Dicho trastorno se presenta en ambientes adversos o donde existe mucha represión, estrés, o escenarios de angustia.
Las personas histéricas pueden padecer trastornos emocionales que redundan en la atrofia de ciertas funciones físicas, debido al trastorno histérico de conversión, afirmó el especialista Jesús González Núñez.
El presidente honorario del Instituto de Investigación Psicológica, Clínica y Social (IIPCS) explicó que son alteraciones fisiológicas que inconscientemente o de manera deformada sirven de expresión a impulsos instintivos reprimidos, como enojos y estrés acumulado.
Lo anterior, dijo, se traduce en parálisis de una parte del cuerpo, sufrir sordera, pérdida del habla o padecer de ataques epilépticos.
Por su parte Claudia Sotelo Arias, miembro del Consejo Técnico de Licenciatura del IIPCS, mencionó que el trastorno de conversión puede incluso padecerlo un grupo de personas, tal como sucedió en el internado de Villa de las Niñas en Valle de Chalco.
Se trata, añadió, de mujeres histéricas, quienes en lugar de dirigir sus actos al exterior, como puede ser quejarse o enojarse, los envían hacia su interior. Estas emociones reprimidas encuentran su manifestación en alteraciones de las funciones fisiológicas.
González Núñez explicó que dicho trastorno se presenta en ambientes adversos o donde existe mucha represión, estrés, o escenarios de angustia y puede suceder en un internado, escuelas militares o poblaciones susceptibles a este mal.
Destacó que trastornos de este tipo también tienen relación con el nivel educativo o de desarrollo; mientras los individuos tengan menos acceso a la educación es más probable que lo padezcan, por lo que se presenta con más frecuencia en países en vías de desarrollo o en poblaciones rurales.
No obstante, subrayó, las personas con un alto nivel económico y educativo no están exentas de padecerla.
Sotelo Arias comentó que se tienen documentados diversos casos a nivel mundial sobre esos trastornos, donde la histeria colectiva puede afectar físicamente a un grupo numeroso de individuos.
También se presenta en comunidades que se rigen por la medicina tradicional o brujería, donde varios individuos "son hechizados", pero la realidad es que viven un trastorno de histeria de conversión provocado por una situación de estrés o paranoia, refirió.
Los infantes, generalmente mujeres, sufren de histeria, en la mayoría de los casos guardan su agresión para sí mismos, son dependientes, buscan siempre que alguien más les resuelva sus dificultades.
También son ambivalentes, es decir, son sujetos que cambian y oscilan en sus afectos, pensamiento y acciones; dramatizan por medio del lenguaje, creen que toda la gente tiene que enterarse de su vida.
Por lo tanto, resaltó, recurren a exagerar y distorsionar para hacer más interesantes sus relatos. En resumen son personas egocéntricas con poca tolerancia a la frustración.
Los especialistas indicaron que llevar una relación con una persona histérica puede ser desgastante; no obstante, mediante un trabajo psicológico profesional los síntomas físicas pueden desaparecer rápidamente.