Encabeza el Pontífice la celebración del Miércoles de Ceniza en la Basílica de Santa Sabina de Roma
EL UNIVERSAL
Roma, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI recibió ayer sobre su frente la imposición de las cenizas de manos del cardenal Joseph Tomko, quien pronunció la frase litúrgica ?conviértete y cree en el Evangelio?.
Con este gesto durante la celebración de la misa en la Basílica de Santa Sabina de Roma, que fue encabezada por el Pontífice, comenzó oficialmente el periodo de Cuaresma, el más importante del calendario católico.
?La liturgia del Miércoles de Ceniza indica así en la conversión del corazón a Dios la dimensión fundamental del tiempo de Cuaresma?, expresó el Papa durante la homilía.
La acción de colocar el polvillo sobre la frente de los fieles -recordó- tiene dos significados: el primero relativo al cambio interior, a la conversión y a la penitencia, mientras el segundo reclama a la precariedad de la condición humana.
El tiempo de Cuaresma está caracterizado por la reflexión, remite a los 40 días que Cristo pasó en el desierto antes de iniciar su vida pública, donde fue tentado por el demonio en varias ocasiones según lo consigna la Biblia.
En este tiempo la Iglesia pide a sus fieles lleven a cabo obras de caridad, fortalezcan su oración y ofrezcan penitencia, la más común de ellas el ayuno. Según Benedicto XVI tales gestos exteriores deben ser cumplidos por agradar a Dios y no para obtener la aprobación o el consenso de los hombres.
?El ayuno, al cual se invita en este tiempo fuerte, no nace de una motivación de orden físico o estético, sino que desencadena la exigencia que el hombre tiene de una purificación interior que lo desintoxique de la contaminación del pecado y del mal?, señaló.
?Lo eduque -añadió- a aquellas saludables renuncias que envuelven al creyente en la esclavitud del propio yo, que lo vuelva más atento y disponible en escuchar a Dios y servir a los hermanos?.
El Papa estableció que, por ello, el ayuno y las otras prácticas cuaresmales son consideradas por la tradición cristiana como ?armas? espirituales para combatir el mal, las malas pasiones y los vicios.