No siempre es fácil darse cuenta de que se está siendo víctima de un chantaje, y menos de alguien querido por nosotros.
Seguramente, en más de una ocasión te has sentido manipulado por tus padres, hermanos, amigos, compañeros de trabajo o hasta tu pareja, quienes sin importar la cercanía, el parentesco o el cariño que los une, se han aprovechado de tus puntos débiles (miedo, obligación o culpa) para su beneficio.
Llorar, fingir una enfermedad, amenazarte con hacerse daño, restringirte el dinero o, de plano, dejarte de hablar, son algunas de las formas en que los chantajistas emocionales te presionan si no cumples con sus caprichos.
Estas acciones, conscientes o inconscientes, cuando se convierten en una técnica frecuente para doblegarte, no sólo amenazan tu integridad, sino que también pueden acabar convirtiendo el vínculo que los acerca en una relación destructiva.
Pero, ¿qué hacer cuando una persona a quién queremos o es muy cercana a nosotros nos trata de manipular? Primero, es importante identificar a los tres tipos de chantajistas que existen.
El Castigador
Son los más “descarados”, pues saben lo que quieren y si no lo consiguen, también tienen claro cómo hacerte sufrir. Pueden expresar su enojo de manera abierta o guardar un resentido silencio. Por ejemplo, un padre que amenaza a su hijo con desheredarlo o retirarle el apoyo económico si éste no estudia lo que él considera es lo mejor para su futuro, sin importarle lo que el chico desee.
El autocastigador
Aseguran que se lastimarán de manera física si no actúas cómo ellos pretenden. Son hábiles para hacerse las víctimas, generando un sentimiento de culpa en el otro.
Incluso, en ocasiones desean que leas su mente y adivines lo que quieren y necesitan de ti. Por ejemplo, está el hermanito que hace berrinche y jura dejará de respirar hasta morirse si no lo dejas ver su programa favorito de televisión o conectar su consola de videojuegos, hasta el ex novio que asegura se suicidará si no regresas con él.
El seductor
Prueban tu amor y fidelidad constantemente. Te prometen el cielo, la Luna y las estrellas, siempre y cuando hagas su voluntad. Es el más sutil de todos. Por ejemplo, está ese amigo que te pide lo ayudes con su carga de trabajo por enésima vez y te jura que “ésta sí será la última”, pero además, promete que ahora sí te apoyará para que consigas un ascenso.
Estrategias para combatirlos
No siempre es fácil darse cuenta de que se está siendo víctima de un chantaje, y menos de alguien querido por nosotros, pues puede resultar muy doloroso.
Disculpamos, justificamos o ignoramos la situación por años, con tal de no lastimarnos ni a la otra persona, pero a la larga ésto nos hará más daño que bien, por eso hay que actuar de inmediato en cuanto detectes una situación de este tipo.
1. Anticípate
Por lo regular, los chantajes giran sobre el mismo tema con algunas personas, así que anticípate y ensaya las respuestas a esas frases que ya sabes el manipulador te asestará.
Practica frente al espejo o con alguien de confianza, eso te hará sentir más segura/o. Aquí te damos algunos ejemplos que te funcionarán en casi todas las situaciones:
*De verdad siento mucho que estés enojado/a .
*Entiendo tu punto de vista.
*Hablemos de esto cuando estés más tranquilo/a.
*Tienes toda la razón del mundo (aunque no sea así).
*En este momento no te puedo contestar, necesito tiempo para pensar el asunto.
*Esto es demasiado importante como para decidirlo tan rápido.
*En este momento no estoy dispuesto/a a tomar una decisión.
*No estoy seguro de cómo me siento con respecto a lo que me pides, prefiero discutirlo después.
Así podrás ganar tiempo y recabar fuerzas para mantenerte firme.
2. Conviértelo en tu aliado
Ya que para el chantaje se necesitan dos, es muy útil involucrar al manipulador en la solución del problema. Cuestiónalo.
*¿Me puedes ayudar a entender por qué este asunto es tan importante para ti?
*¿Me puedes sugerir qué podemos hacer para resolver lo mejor posible este problema?
*¿Me puedes ayudar a comprender por qué estás enojado?
*¿Me ayudarías a descubrir qué cosas mejorarían nuestra relación?
3. Haz un trueque
Después de analizar las propuestas del punto anterior, negocia e intercambia. El trueque crea una situación en que ambas partes ganan algo. Por ejemplo, esa amiga la que siempre te pide apoyo y te promete ayudarte sin cumplir sus promesas, ahora deberá hacerlo antes de seguir recibiendo favores a cambio. No le estás negando tu colaboración, pero sí estás esperando que ella cumpla con su parte.
4. Recurre al humor
Esta es una herramienta divertida para mostrarle a la otra persona cómo se oye y ve cuando trata de manipularte. Por ejemplo, si tu novia llora y hace berrinche cada vez que sales con tus amigos, seguramente su actuación “merece un Oscar” y ¡tú puedes dárselo! Haz una réplica de la estatuilla en papel, plastilina o lo que se te ocurra, y la próxima vez que asuma esa actitud lacrimosa e incomprendida, sonríe, aplaude y entrégale su premio. Eso restará dramatismo a la situación y ella ya no podrá “actuar” con la misma elocuencia la próxima vez.
