En la Ciudad de México más de una persona es detenida todos los días portando un arma de fuego. La Policía capitalina detiene un promedio de 42 personas al mes por este delito. (El Universal)
Cada día ingresan a México dos mil armas de fuego, sin embargo, las autoridades federales logran recuperar sólo 2%, por lo que la gran mayoría va a parar al ‘mercado negro’ o a los arsenales de la delincuencia organizada.
Después de salir de un “tianguis de armas” en Arizona o cualquier otro punto fronterizo, una pistola calibre nueve milímetros llega hasta la Ciudad de México donde será utilizada para robar un automóvil y quizá asesinar a su conductor. Sin embargo, el delincuente que utilizará el arma tiene 70% de posibilidades de ser liberado.
En la Ciudad de México más de una persona es detenida todos los días portando un arma de fuego. La Policía capitalina detiene un promedio de 42 personas al mes por este delito.
Entre el primero de enero y el 14 de julio la Secretaría de Seguridad Pública capitalina aprehendió a 280 personas que portaban armas de fuego. Aunque fueron hombres poco más del 95%, también se arrestó a mujeres y menores de edad por este ilícito.
Sin embargo, la mayoría de los detenidos que portaban armas de calibres reservados para el uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y corporaciones policiacas que fueron presentados ante el Ministerio Público Federal fue liberado.
Joel Ortega, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, señala que con el argumento de que no se trataba de armas automáticas; personas que portaban pistolas de grueso calibre, rifles o escopetas fueron puestas en libertad.
Ortega, un ingeniero politécnico de 45 años, detalla que en la capital del país siete de cada 10 personas que son presentadas ante las autoridades federales por portar armas de fuego terminan liberadas casi de manera automática.
Aunque se congratula de que las cifras de personas detenidas con armas de fuego en la capital han comenzado a descender un poco en comparación con las de 2006 -entonces se detuvo a un promedio de 1.87 personas por día contra 1.44 en los primeros siete meses del año- opina que el fenómeno es preocupante.
El secretario Ortega señala que el problema de la impunidad de la que son objeto las personas que portan armas de fuego impide que los niveles de posesión desciendan de manera más contundente.
El caso capitalino sólo es una muestra de la falta de eficacia en el combate al contrabando de armas.
Cada día ingresan al país dos mil armas de fuego, sin embargo las autoridades federales logran recuperar sólo dos por ciento por lo que la gran mayoría va a parar al “mercado negro” o a los arsenales de la delincuencia organizada.
De acuerdo con un estudio de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, en la pasada administración entraron a México 4 millones 380 mil armas de fuego y menos de 10 mil fueron decomisadas.
Según cifras de la PGR, de diciembre de 2000 a diciembre de 2006 fueron decomisadas 9 mil 443 armas de fuego.
El estudio de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados señala que durante la pasada Administración ingresó al país un promedio de 1.4 armas por minuto.
Según el informe, las aduanas de México han sido penetradas por el crimen organizado y se han convertido en importantes puntos de ingreso del armamento al país.
El estudio de la Comisión de Defensa alerta sobre la existencia del fenómeno de “tianguis de armas” que funcionan en ciudades estadounidenses ubicadas en las franjas fronterizas y que ofrecen la posibilidad de adquirir cualquier tipo de arma, incluyendo las de alto poder.
TODO TIPO DE ARMAS
En Arizona se encuentra un “tianguis de armas” en el que se vende todo tipo de armas, como cuernos de chivo AK-47 en menos de mil dólares y rifles de asalto AR-15 nuevos desde 825 dólares. Tan sólo en ese estado de la Unión Americana en 50 de los 52 fines de semana al año se instala este tipo de bazares de armamento.
El martes pasado en la delegación Gustavo A. Madero, ciudadanos capitalinos entregaron en menos de tres horas 20 armas de fuego. Para el final de la jornada, unas horas más tarde, la cifra llegó a 51 armas recibidas, entre ellas dos granadas de mano, tres largas y 46 cortas.
La amplia existencia de armamento irregular en el país han llevado al Gobierno Federal y a entidades, como el DF, a diseñar, en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional, programas de desarme de la población.
En el caso específico del Distrito Federal los programas han logrado despertar el interés de la sociedad pues sin mediar investigación pueden entregar a la autoridad armas de cualquier calibre y recibir a cambio, dinero, despensas, computadoras y artículos electrodomésticos. Al día de hoy la Secretaría de Seguridad Pública de DF ha recibido un total de mil 201 armas de fuego.
Aunque algunas naciones como Estados Unidos -una potencia mundial en la fabricación y comercio de armamento- han cuestionado la eficacia de los programas de entrega de armas por dinero, otras naciones, como Colombia, Brasil y Argentina han puesto en marcha programas similares con éxito.
Comenzar a trabajar en la cultura del desarme, constituye otra estrategia para contrarrestar este fenómeno, por lo que el Gobierno capitalino y algunos otros, como el de Baja California, también han echado a andar programas en los que cambian a los niños sus juguetes bélicos por algunos de otro tipo, como consolas para videojuegos.