Querida Secretaria:
Si la vida te da mil razones para llorar,
demuestra que tienes mil y una para soñar.
Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad.
Feliz Año Nuevo 2008.
Saber lo que hay qué decir, cuándo decirlo y a quién decirlo es un arte. Tener la habilidad de disfrutar una discusión amigable con un compañero y de ahí pasar a intercambiar información con un cliente, requiere de habilidad y técnica.
La base de una buena conversación de descubrir qué es lo que hace que la otra persona se sienta interesada y complacida. Para lograrlo, hay qué contar con una expresión auténtica y animada, sin interrumpir a quien habla, hacer contacto de ojos –todas las señales de un buen escucha. Tu comunicación no verbal le va a indicar que estás conversando con alguien a quien consideras inteligente, interesante y bien informado.
PERO ¿DE QUÉ HABLAR?
El clima es un tópico considerado seguro y, por lo tanto, apropiado. Los deportes usualmente son un tema interesante. Aunque algunos hombres y mujeres no sean aficionados, cuando menos leen los encabezados de la página frontal de la sección de deportes y tienen una idea de los equipos. Con cierto conocimiento de lo sobresaliente en el mundo deportivo, puedes iniciar o participar en la conversación.
Los autos suelen ser un tema muy atractivo. Los carros, en general, no presentan controversias. Además casi todos tienen un auto. Pero no saques este tema tan sólo para hablar de tu nuevo carro.
Por supuesto que puedes preguntar a un compañero acerca de sus planes para el fin de semana. Esto generalmente anima la conversación sin que parezcas una indagadora.
La familia y los niños es un gran tópico, pero únicamente si tienen hijos con quienes hablas. Las historias graciosas de los hijos propios resultan muy aburridas.
Los eventos actuales son excelentes tópicos. Si tú eres la que los introduces, debes ser neutral. Leyendo tu periódico o incursionando en el Internet te pones al corriente de los sucesos más notorios. Si escuchas un noticiero matutino llegarás muy bien informado a tu oficina.
Muy recomendable es que estés al tanto de las fusiones, adquisiciones, desastres naturales, nuevas leyes que afectan a los negocios. Los profesionales de negocios saben muy bien lo que está pasando en el mundo empresarial.
Los nuevos programas de televisión promueven el interés de un auditorio y suscitan conversaciones muy sugestivas.
El teatro, la ópera, los conciertos son excelentes tópicos únicamente cuando las personas con quienes conversas son diletantes. Aun cuando no seas experta en este campo, tu participación puede concretarse en hacer preguntas apropiadas y escuchar con atención sus respuestas.
Los libros de publicación reciente, son siempre una buena opción. Sucede lo mismo con las películas. Restaurantes, lugares de recreo, vacaciones, son también tópicos fáciles de discutir.
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