Querida Secretaria:
Las obras de arte en la decoración de la oficina pueden ayudar a aumentar la productividad, especialmente cuando los empleados pasan ocho horas allí. Sería conveniente, pues, que tu oficina sea un lugar en el que te gusta estar.
Tal vez tú prefieras la pintura moderna, objetos de arte contemporáneo o plantas. Sin embargo, aunque tu oficina debería representar tus preferencias, no olvides que tu creatividad debe orientarse más hacia los jefes que a los visitantes, quienes tan sólo pasan momentos en la oficina. Ten presente que las piezas de ornato reflejan el tipo de negocios que se manejan en la empresa, tales como los posters (carteles) que decoran las agencias de viajes.
Tu trabajo artístico no necesita ser muy discreto. Un cuadro de colores brillantes puede darle vida a un cuarto, o suscitar un tema de conversación. La distracción que pueda provocar es una posibilidad, pero la mayoría de los empleados pronto se acostumbran a mirarlo; por otra parte puede llamar la atención de los visitantes.
Mientras que los colores brillantes le dan vida a tu oficina, también agregan profundidad. Prueba pintar una pared de otro color, utiliza tonos brillantes si la pared no es muy grande. En una pared de tamaño regular quedará bien un color más oscuro que el color básico de la oficina. Ambas tonalidades aparentemente le añaden tamaño al cuarto y rompen la monotonía del color. Para disminuir las distracciones a un mínimo, procura que la pared en colores brillantes quede a tus espaldas.
Toma en cuenta que el dinero no tiene que ser un factor determinante al decorar. Es mucho mejor tener un cuadro de un artista reconocido que utilizar cuadros y objetos de baja calidad. Esto es especialmente importante en el cuarto de recepción. Ahí se refleja inmediatamente el gusto personal de tu jefe.
En las oficinas profesionales el nombre del autor de la obra aparecen en una plaquita junto al cuadro. Esto impresionará favorablemente a los visitantes.
Cuando se trata de muebles en tu esquema de ornato, éstos deben ser funcionales y a la vez decorativos. No tan sólo compres por comprar; selecciona con cuidado los muebles para ti o para tu jefe. Un consejo muy útil –ponte en contacto con los distribuidores de muebles de oficina para que te asesoren.
Tu oficina es tu hogar fuera de tu hogar. ¿Por qué no considerarlo como tal y seguir estas sugerencias? Tus gustos artísticos, quizás, no te procuren un aumento de sueldo; pero con toda seguridad tu día de trabajo resultará más provechoso tanto para ti como para tu jefe.
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