Querida Secretaria:
Hemos recibido tres e-mails de nuestras lectoras pidiendo nuestra opinión respecto a los siguientes casos:
Pregunta: Tengo en mente obtener una promoción y quiero acabar con la competencia. ¿Alguna sugerencia?
Respuesta: deja de concentrarse en la competencia. La asistente que logre la promoción será la que compruebe ser la mejor –no la que pruebe que las otras son peores. En primer lugar esmérate en hacer un trabajo sobresaliente. Termina tus tareas a tiempo y ofrece tu ayuda en los nuevos proyectos –aunque tengas que salir tarde y llegar más temprano a la oficina. Proponte hacer alguna tarea que no te guste. Esto les demostrará a los jefes que eres capaz y ambiciosa.
Asegúrate que tus jefes sepan del gran interés que tienes en esa promoción. Si se requiere seguir un proceso de solicitud redacta un memorándum explicando por qué piensas que eres la indicada para ocupar ese puesto. Envíalo a la persona apropiada. Aunque no seas promovida, tus jefes sabrán que estás dispuesta y preparada para un ascenso y es probable que quedes en primer lugar en la lista de las próximas promociones.
Pregunta: mi jefe nos está volviendo locos a todos en la oficina. Está permanentemente de mal humor. Resulta que su única hija –a quien adora- se va a casar con un tipo con antecedentes dudosos. ¿Hay algo que podamos hacer para sobrellevar esta situación?
Respuesta: generalmente el ambiente de la oficina lo establecen los jefes. En el lugar ideal de trabajo, el jefe trata a sus subordinados con respeto y afecto. El personal coopera y trabaja con eficiencia, bromea y se lleva bien. Sin embargo, no todo en las oficinas es armonioso y especialmente si el jefe está atravesando por una crisis emocional. Está en ustedes, el personal, permanecer calmados y unidos para evitar una atmósfera estresante. Sigan los pasos aconsejables en las situaciones de tener que trabajar con un jefe gruñón; reportándose con él regularmente, repitiéndole sus instrucciones, para que verifique lo que les dijo que hicieran. Tómenlo con calma y trabajen con toda eficiencia.
Pregunta: He tenido una sucesión de jefes nefastos. En mi próximo trabajo quisiera poder seleccionar mejor. ¿Cómo?
Respuesta: antes de tu próxima entrevista imponte una tarea: Describe al jefe qué quisieras tener. Si tu respuesta es: “Uno que llegue siempre a la oficina después que yo” –el jefe no es tu problema, son tus expectativas. “Uno que confíe en sus empleados y nos permita trabajar siguiendo nuestras propias ideas” o “alguien que nos aliente a formar un equipo de trabajo y comparta responsabilidades y reconocimientos”.
Una vez que hayas determinado tus prioridades, sabrás qué preguntas hacer en tu entrevista de trabajo. Si trabajas mejor con alguien que te supervisa de cerca, pregunta: “¿Es el jefe alguien que revisa todo?”. Si quieres un jefe que delegue, pregunta: “¿Es el jefe partidario a que el personal asuma más responsabilidades?”.
Pregunta sobre la persona que dejó el empleo: “¿Fue promovida?” o “¿Salió disgustada y demandó a la empresa?”. Luego pasa a algo de acción: “¿Cuándo estuviste en la empresa notaste las expresiones faciales de la gente? Si te parecieron deprimidas toma nota. Trata de hablar con la persona que vas a reemplazar, procurando no contarle la triste historia de tus jefes anteriores.
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