LOS JEFES
Seguimos con la clasificación de jefes conflictivos:
EL JEFE AMIGO
Hay también jefes que llegan a ser amigos de sus asistentes; esto presenta diferentes predicamentos. El jefe amigo encaja, más o menos, en la figura de un hermano, pero ciertamente conservando más autoridad en la relación. Sin embargo, no debes olvidar que se trata de una relación dentro del lugar de trabajo.
Es pues, necesario que mantengas un nivel de profesionalismo siempre. Esto significa no ponerlo al tanto acerca de tu vida personal, limitar las murmuraciones estando juntos y guardar para ti tus secretos íntimos. Ante todo que te vea y te trate como profesional.
Por ningún motivo descuides tus deberes, porque tu jefe es tu amigo. Su amistad no te da pie para sacar ventajas; esto dañará la relación profesional así como la amistad. No presumas de esta camaradería, ni trates de socializar con él dentro del ambiente de la oficina.
EL JEFE SEDUCTOR
El jefe seductor es típicamente una persona de más edad, algo disimulado, taimado, ladino, marrullero. Por una parte demuestra un genuino interés por ayudarte en tu carrera y al mismo tiempo aprovecharse de ti.
¿Cómo sobrellevarlo? Ante todo define tu posición con él desde un principio. Si te das cuenta que tu jefe está interesado románticamente en ti, aclárale que tu interés no va más allá de una relación profesional. Mientras que es difícil poner un hasta aquí a los avances románticos de un superior, es casi imposible dar marcha atrás a una situación que se ha salido de onda.
No recurras a él para solicitarle apoyo profesional, aunque él te lo ofrezca no lo aceptes. Entre menos recurras a él en tus apuros, te será más fácil alejarlo. Si aceptas su ayuda profesional y favor tras favor, te estás poniendo en una situación muy vulnerable, sin descartar el riesgo de perder el respeto de tus compañeros.
Trabajando para un jefe conflictivo vives en una situación en la que es muy probable que te cuestiones: “¿Estoy siendo objetiva en esta relación?”.
¿Cuál debe ser tu actuación en general? Nunca quedarás mal si conservas una buena disposición. Si despliegas una actitud de la figura trágica de la película dramática, nadie se prestará a ayudarte. Así pues, adelante con tus estrategias y tu buen espíritu.
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