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Posponen obras en santuario de Jerusalén

Las excavaciones, deben preceder a toda construcción en Jerusalén, y están a cargo de la Dirección de Antigüedades de Israel, según la Ley.

EFE

Jerusalén.- El alcalde de Jerusalén, Shamuel Rabinovich, ordenó posponer la construcción de la polémica rampa hacia las mezquitas sagradas de Al Aksa y Omar, en contra de una decisión del Poder Ejecutivo, pero hoy seguían las excavaciones arqueológicas en la zona.

Después de trascender una decisión aprobada anoche por Lupolianski, conjuntamente con el rabino Shamuel Rabinovich, a cargo del "Kotel Hamaarabí", el Muro de las Lamentaciones, parecían haberse calmado los ánimos y cesaron las manifestaciones de protesta de parte de los musulmanes, que creen que esas obras pueden socavar los cimientos de la mezquita de Al Aksa.

Las "excavaciones de salvación", que según expertos pueden llevar ocho meses, deben preceder -por Ley- a toda construcción en Jerusalén, y están a cargo de la Dirección de Antigüedades de Israel, según la Ley de arqueología.

La decisión del alcalde, impugnada por la Asociación que agrupa a los rabinos de los asentamientos judíos, y por los partidos de la derecha ultranacionalista, en la oposición parlamentaria, tiene por objeto efectuar una consulta con los interesados, entre estos los dirigentes islámicos, antes de emprender la construcción del puente de más de cien metros que sustituirá a la vieja rampa de acceso.

"La (decisión) del municipio ha sido una rendición a los árabes", afirmó a los periodistas el diputado Arie Eldad, del frente de la Unidad Nacional. Otros diputados coincidieron en afirmar que la postura de Lupolianski "debilita la soberanía de Israel" en Jerusalén.

La soberanía en Jerusalén, incluso en el Monte del Templo, o la colina de Haram es Sharif, donde se hallan las mezquitas, "es la de Israel y bajo ningún concepto es algo en discusión", afirmó el ministro del Interior, Roni Barón.

El presidente del Movimiento Islámico de Israel, el jeque Abdulá Nimr Daruish, dijo a los periodistas que los judíos no tienen derecho a la soberanía en la rampa de la discordia, y tampoco en la explanada del Muro de las Lamentaciones, que está a su lado.

"El plan para construir la rampa", que se transformará en un puente de más de cien metros, "engendró una ola de rumores u conjeturas acerca de las intenciones de Israel respecto de la mezquita de Al Aksa", explicó el alcalde, miembro de la comunidad judía ortodoxa, que lo respaldó para llegar a esa posición.

"Por tanto -agregó- decidimos ser totalmente transparentes con todos los vecinos de Jerusalén para que conozcan con claridad el plan de construcción y puedan expresar sus opiniones al respecto".

Los judíos ortodoxos son alrededor de un tercio, así como los palestinos, en su mayoría musulmanes, entre los cerca de 700 mil habitantes de la "Ciudad Santa", sagrada para esas dos comunidades religiosas, y para el mundo cristiano.

Representantes del Comité Superior Islámico (Wakf), custodio de las mezquitas; de Jordania -al que Israel reconoce "derechos históricos" en los santuarios islámicos-, y del Comité Superior de Reflexión de la minoría árabe de Israel, fueron invitados hoy a un debate parlamentario en torno de las controvertidas decisiones del Gobierno y del ayuntamiento.

Una delegación de diputados y dirigentes de la minoría árabe, con 1.1 millones de miembros, más del 90 por ciento de ellos musulmanes, visitará esta tarde la colina de Haram es Sharif, donde se encuentras las mezquitas, para dialogar con el Wakf.

El Gran Rabino de Israel, Shlomo Amar, está en contacto con representantes de la comunidad musulmana para "calmar las pasiones religiosas", según el director general de ese organismo oficial, Oded Weiner.

El rabino Shamuel Rabinovich, a cargo del Muro de las Lamentaciones, único vestigio de los templos bíblicos, recordó que los judíos tienen prohibido ascender a la Explanada de las Mezquitas pues podrían pisar el sitio donde estuvo el Santo Sanctorum.

Este mandamiento es respetado puntualmente por los ortodoxos y los judíos religiosos en general, que no son mayoría en Israel.

La rampa de acceso a las mezquitas por la Puerta de los Magrebíes se halla al lado del sector del Muro donde rezan las mujeres.

Los musulmanes y los árabes en general conocen la colina de las mezquitas, desde donde el profeta Mahoma se elevó al paraíso, como Haram es Sharif, y niegan que en el pasado hubiese estado allí el Templo de los judíos, destruido por Roma en el año 70 d.C.

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