Buscan dar más tiempo a las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, anunció anoche el postergamiento sobre el inicio del debate de la reforma migratoria integral para dar más tiempo a las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso.
En un discurso en la tribuna del Senado, Reid señaló que la posposición del debate busca dar espacio para las negociaciones que se celebran desde hace varias semanas entre la Casa Blanca y legisladores republicanos y demócratas.
Reid programó originalmente el inicio del debate para el lunes 14 de mayo durante dos semanas, pero después abrió un compás de espera hasta hoy miércoles. La nueva dilación surge después que los republicanos amenazaron con bloquear el debate.
El nuevo curso de eventos surgió luego que Reid reintrodujo la semana pasada una propuesta de reforma migratoria integral que había sido aprobada por el Senado en mayo pasado, pero que fracasó en la Cámara de Representantes por el bloqueo de los republicanos.
La iniciativa aprobada por el Senado creó tres categorías de indocumentados según los años de residencia que puedan probar. Sólo aquellos con cinco o más años de residencia tendrían beneficios plenos.
Un segundo grupo tendría que salir del país y otro no tiene garantías. Apenas ayer Reid y el de la minoría republicana Mitch McConnell expresaron su expectativa de que las negociaciones sobre la reforma migratoria con la Casa Blanca concluyan con un acuerdo.
Las negociaciones de la reforma migratoria han seguido ininterrumpidas, con la participación activa de legisladores republicanos como Jon Kyl, Mel Martínez, Lindsey Graham y con demócratas como el senador de Massachussets Edward Kennedy.
Activistas han lamentado, sin embargo, el aparente distanciamiento en el tema del senador Republicano de Arizona John McCain, como parte de su esfuerzo de cortejo a los conservadores de cara a su puja por la nominación presidencial republicana.
Bush sigue de cerca negociaciones
El presidente de EU., George W. Bush, sigue de cerca las negociaciones de “buena fe” entre demócratas y republicanos para lograr una reforma migratoria integral, informó ayer la Casa Blanca.
Durante una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, afirmó que se lleva a cabo un “enorme” trabajo bipartidista y que el mandatario estadounidense “constantemente recibe informes” sobre el asunto.
Snow insistió en que son negociaciones “arduas” y de “buena fe” entre las partes interesadas en una reforma migratoria integral y reiteró que Bush está “profundamente comprometido” con el tema.
Mientras, fuentes legislativas demócratas dijeron ayer que el acuerdo, pactado tras tres meses de negociaciones, podría ser anunciado en las próximas horas, en víspera de que el Senado comience el debate de un proyecto de reforma.
El acuerdo establecería los parámetros generales del debate migratorio, en momentos en que grupos a favor y en contra de la reforma y de todo el espectro político del país, incrementan las presiones sobre el Legislativo.
Realizarán activistas bloqueos económicos promigrantes
Un grupo de activistas promigración anunció ayer la realización de bloqueos económicos escalonados contra grandes corporativos estadounidenses, a fin de presionar para que el Congreso de Estados Unidos apruebe una reforma migratoria integral.
En rueda de prensa, representantes de diez organizaciones comunitarias de Illinois, agrupadas en el Frente Unido de Inmigrantes, dijeron que promoverán su movimiento a nivel nacional y en sus países de origen.
Carlos Arango, uno de los líderes, explicó que con los bloqueos se espera obtener un compromiso de las compañías en la búsqueda de la legislación migratoria requerida por la comunidad inmigrante, que es también consumidora de sus productos y servicios en este país.
“Ante la falta de apoyo de los legisladores para atender las necesidades de los inmigrantes recurriremos a nuestro poder de compra para presionar”, precisó.
En tanto, otro líder, Juan Mora expuso que la medida es una forma de hacer valer la fuerza de la comunidad, “los corporativos no están haciendo nada por ese mercado que les deja tantas ganancias aquí y en sus países de origen”.
Fabián Morales, aseguró que la comunidad inmigrante tiene un poder económico amplio en Estados Unidos que no ha utilizado para reclamar derechos.
“Para Estados Unidos y para nuestros países de origen somos sólo eso, dinero en consumo e impuesto y en remesas. Entonces, debemos actuar en ese terreno para que nos escuchen”, agregó.