La mayoría de los productores de Poanas espera a que coloree el chile para deshidratarlo y obtener mejores utilidades, mientras otros lo venden verde, a granel.
POANAS, DGO.- Venden los primeros cortes de chile verde a granel por resultarles más costeable que dejarlo en el mercado de abastos o en manos de los “coyotes”, expresa José Refugio Morones Favela, del ejido Villa Unión.
En su camioneta se coloca en las principales calles de Vicente Guerrero y donde se lo permiten, previo pago de piso al Ayuntamiento; el kilogramo lo vende a diez pesos en ancho y a 12 el güero; el año pasado lo empezó a comercializar a 15, pero luego se desplomó a cinco pesos.
Morones Favela confiesa tener temor de que se repita la misma situación del año pasado en la baja de precio, pues actualmente le va bien abasteciendo de manera directa al consumidor, sin necesidad de intermediarios.
Los “coyotes” están acaparando a 3.50 pesos el kilogramo de chile ancho, pulla y güero; por eso los productores prefieren batallar un poco más al ofrecerlo a granel, pero las utilidades son superiores, consciente de que cuando inicie la etapa fuerte de la pizca, entonces el precio bajará. Sin embargo, para ese momento ya recuperó parte de su inversión.
Comenta que los productores de Poanas viven en la incertidumbre porque de seguir las lluvias afectarán la producción de casi dos mil 500 hectáreas, es decir mermaría la cosecha hasta en un 50 por ciento.
La mayoría de los productores no cortan en este tiempo, lo dejan colorear para la deshidratación, tomando en cuenta que es el fuerte de sus utilidades: vender el chile en seco.
Mientras tanto, los que sembraron las variedades de ancho y güero frescos siguen comercializándolos según sus conveniencias, añade Morones Favela, quien dice tener dos hectáreas destinadas a la producción de picante con un rendimiento de 15 hasta 30 toneladas por unidad, según las condiciones climatológicas.