El acoso a Vicente y Marta, ¿es un linchamiento mediático o una saludable rendición de cuentas? En tanto lo sabemos la pareja ex presidencial sigue acumulando preguntas que dejan sin respuesta.
Vicente y Marta forjaron una fenomenal lista de enemigos y adversarios. Estarían los expulsados de esa sucursal del paraíso terrenal conocida como Los Pinos. El PRD y la izquierda pusieron a Fox en la mira por su grosera y marrullera intervención en el proceso electoral. El “círculo rojo” se acuerda de los disparates del sexenio, del veto de Fox a la Ley del Libro y de Sari Bermúdez. Estarían finalmente los agravios vividos por algunos panistas y ex amigos de Fox como Lino Korrodi.
El detonante fue un reportaje de Quién con fotos de una residencia con jardines, alberca y lago. El texto, bastante blando, insinúa riquezas con frases tan sobadas como “una cava con vinos de las mejores reservas”. En un primer momento fue una guerra de adjetivos sin consistencia; la mención de la cava, por ejemplo, deja en la sombra las bodegas y añadas de los caldos. Ante la oleada de críticas Vicente y Marta han respondido con una retórica de telenovela recargada de adjetivos y emociones. Presumen una y otra vez de una honestidad que Vicente refuerza invocando, como buen mexicano, a la mamá (“que está en el cielo”). Mucho verbo y poca sustancia porque se guardan los datos duros también ausentes de la página del Centro Fox que rebosa, eso sí, de fotos y discursos.
Al mismo tiempo se inició un escrutinio más cuidadoso que tiene como punto de arranque las declaraciones patrimoniales de Vicente Fox. Reforma encontró que Fox le asignó al rancho La Estancia un valor de 300 mil pesos cuando la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) considera que tiene un valor comercial de al menos 29 millones de pesos (26 de septiembre del 2007).
Fundar, Centro de Análisis e Investigación difundió este 2 de octubre un boletín con una útil disección de las declaraciones patrimoniales de Fox. La principal inconsistencia aparece en el remanente entre ingresos y egresos. Una parte de ese dinero lo tiene depositado en bancos, pero Fox guarda silencio sobre el destino de casi 15 millones de pesos. ¿Sirvieron acaso para pagar lo que Lino Korrodi entregó a Fox cuando éste era candidato? ¿Los tiene en centenarios enterrados en algún rincón del rancho? ¿Compró divisas o abrió una cuenta en Suiza?
Según su declaraciones Fox sólo invirtió 4.8 millones en sus bienes inmuebles. ¿Con eso fue suficiente para remodelar residencias, hacer cabañas, plantar agaves, comprar vehículos, pagar personal, etcétera? ¿Por qué no explica cuántos donativos de empresarios como el caso del Jeep rojo regalado por un empresario que accedió a petición de Marta con cuya fundación hacía negocios (El Universal, 2 de octubre)?
Por otro lado, Fox dice haber gastado 5.3 millones en “manutención” lo cual resulta extraño porque nuestros presidentes tienen todos los gastos pagados. Esos millones ¿fueron acaso utilizados para vestir a Marta o mantener a algunos miembros de la familia? De haber sido el caso, ¿por qué reporta cero gasto en 2002 y 2006?
Otra batería de preguntas se desprende de una anécdota propia de cursillo motivacional. Según la revista Quién “era casi la media noche de un viernes de enero de 2006” y “mientras la primera dama de México se desmaquillaba los ojos, el presidente de la República, sentado en la orilla de la cama y con los codos recargados en las rodillas, le preguntó: ‘¿Qué vamos a hacer después de todo esto?”. Marta respondió con firmeza: “Te voy a ayudar a hacer realidad tu sueño”. Así se concibió el Centro Fox y “a partir del 11 de octubre de 2006, el matrimonio Fox-Sahagún puso manos a la obra. El jefe del Ejecutivo giró instrucciones para que se digitalizaran todos los documentos oficiales que se habían emitido durante su Administración” (entre 3 y 4 millones). Fox debe explicar quién pagó la digitalización y si sabía que podría estar cometiendo el delito tipificado de sustracción no autorizada de documentos oficiales?
Me explico. Según información del Instituto Federal de Acceso a la Información un ciudadano solicitó a Los Pinos el “listado, inventario, bitácora, o cualquier registro de los documentos y registros documentales que sacó de Los Pinos el ex presidente Vicente Fox con motivo de su mudanza”. En abril el Gobierno de Felipe Calderón respondió que “no existe en los archivos de esta dependencia la información solicitada”. Desconcierta su ignorancia porque los documentos sí salieron y el ex vocero de Fox, Rubén Aguilar, reconfirmó que “Fox se llevó copias”. (El Universal, 28 de septiembre).
Una última pregunta tiene que ver con el Seguro de Separación Individualizado. Se trata de una prestación por la cual el funcionario ahorra hasta el 10 por ciento de su salario y Hacienda pone otro tanto. El dinero se retira al dejar el cargo; Fox se llevó 4.1 millones de pesos con lo cual respetó la ley, pero violó principios. Según el Acuerdo publicado en el Diario Oficial, (31 de marzo de 2005) el Seguro fue creado para “proporcionarles [a los funcionarios] seguridad económica… en el momento de su retiro” o durante su reincorporación al “mercado laboral”.
¿Considera Fox ético disfrutar de este beneficio cuando él no requería de ayuda por contar con pensión vitalicia y generosísimos apoyos logísticos, administrativos y de seguridad personal?
En la transparencia no hay puntos medios. O se tiene o no se tiene. En este caso puede haber algo de linchamiento mediático, pero también hay opacidades e indicios de tráfico de influencias y de uso indebido de recursos públicos. Corresponde a la Función Pública, al Congreso y a los medios de información aclarar el enigma; entretanto, Marta y Vicente podrían ayudar respondiendo las preguntas que se acumulan. En lugar de rollo y lágrimas entreguen datos duros.
La miscelánea
Es una pena que nuestros medios informativos no cultiven el arte del obituario que reseña aciertos y errores de vidas notables. Por ello se difundió poco la muerte de Itziel Lozano a quien El País de España dedicara un cuarto de página. Itziel fue una precursora del feminismo mexicano y latinoamericano y dirigió durante 15 años el prestigiado Centro de Comunicación e Intercambio para el Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL). Una existencia fructífera que merece ser recordada. Mis condolencias a esa comunidad, a su familia y a Isabel, su compañera.
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