El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, expresó ayer su preocupación por la pérdida de mano de obra en muchos países debido a la inmigración, al manifestar su respaldo a una reforma migratoria integral.
“Si yo fuera el líder de un país donde la gente estuviera dispuesta a tomar riesgos como lo hacen estas personas, estaría preocupado de perder una increíble buena parte de mi fuerza laboral, gente trabajadora”, señaló Bush.
En un discurso en Ohio, donde habló sobre la lucha global contra el terrorismo, el mandatario reiteró su apoyo a una reforma migratoria integral que incluya un mayor control fronterizo y la legalización de indocumentados, bajo una propuesta severa.
La propuesta de Bush se basa en cinco puntos: seguridad fronteriza; trabajadores temporales; freno a la contratación de ilegales; legalización de inmigrantes sin estatus legal de permanencia; y oportunidades para los inmigrantes recién llegados.