El Siglo de Durango
Sombrerete, Zac.- La cacería furtiva y la tala ilegal son un problema fuerte en la comunidad de Niño Artillero, ubicada en colindancia con el municipio de Jiménez del Teúl, ante la mirada indiferente de las autoridades, señaló Genaro Barrientos Haro, delegado de la localidad.
Los pobladores utilizan madera en forma indiscriminada para hacer sus cercos perimetrales, sin tramitar los permisos correspondientes para cortar los árboles ante las autoridades ambientales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La comunidad Niño Artillero fue fundada el 12 de marzo de 1973, y a la fecha cuenta con alrededor de 700 habitantes que se dedican a la agricultura y ganadería en menor cuantía.
El poblado se encuentra dividido en colonias, donde también habitan los menonitas, quienes participan en las tareas destructivas.
Por la cacería clandestina se acaba poco a poco con el guajolote, tigre, venado y jabalí y lo mismo pasa con patos anillados que llegan de otros lugares a la Laguna de Valderamos, afirmó Barrientos Haro, “y esto es un serio delito, ya que estos animales son utilizados para asuntos de investigación y migración”.
El Delegado demandó que los inspectores de Profepa y Semarnat “se den una vuelta” por Niño Artillero y verifiquen la problemática.
No es posible que se pretenda acabar con la fauna silvestre sólo por diversión o por venta de carne, subrayó, “pues hay leyes que protegen a los animales y las leyes se deben cumplir”.
Numeralia
Actividad
Los habitantes del poblado Niño Artillero dependen de la agricultura y ganadería desde 1973 en que fue fundado este lugar.
700
habitantes
tiene el poblado Niño Artillero
dependencias,
la Semarnat y Profepa, deben intervenir
FUENTE: Delegado del poblado Niño Artillero.
DENUNCIA
“Es un serio delito, ya que estos animales son utilizados para asuntos de investigación y migración”.
Genaro Barrientos Haro,
delegado de la comunidad Niño Artillero