La influencia del terrorismo, la carrera armamentista, los conflictos étnicos, la violencia y la represión son las preocupaciones más importantes del Vaticano sobre el Continente Asiático.
Según el más reciente reporte de la secretaría general del Sínodo de Obispos de la Sede Apostólica dado a conocer este viernes, esos flagelos afectan 'con tonos diversos' a los países de esa parte del mundo.
El informe estableció que se trata de una visión muy variada de la realidad eclesial asiática, 'que revela un contraste entre los sufrimientos en situaciones de persecución y de las alegrías de muchas realidades consoladoras'.
Bajo el título 'La Iglesia peregrina entre las persecuciones del mundo y los consuelos del cielo', denunció el impacto de las guerras y de 'diversas limitaciones a las libertad de conciencia'.
'Las persecuciones golpean como primeras víctimas a las minorías, entre las cuales los cristianos que a menudo están obligados a abandonar sus países de origen, sufriendo violencia incluso de parte de grupos fundamentalistas', sostuvo.
La falta de libertad religiosa en Asia, apuntó, se manifiesta en varias formas: límites a la comunicación entre los obispos y de estos con el Papa además de la imposibilidad para erigir conferencias episcopales.
Dificultades para obtener visas para los operadores pastorales, límites en la construcción de lugares de culto e impedimentos a la presencia de los católicos en la vida pública.
'La Iglesia continua abierta al diálogo con las grandes religiones de Asia, dando una notable contribución a la tolerancia y a la concordia civil, al reforzamiento del estado de derecho y del proceso de democratización de la sociedad', concluyó.
