El Siglo de Durango
Preocupa a la CROC el alcoholismo que existe en varios de sus agremiados, ya que esto genera ausentismo en las empresas y los patrones se quejan por esta razón. Por lo tanto, hacen un diagnóstico para conocer la dimensión del problema y, así, tomar medidas que lo combatan.
Luz Amalia Ibarra Gómez, secretaria de Trabajo y Conflictos de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), dice que es preocupante la situación del consumo de bebidas alcohólicas y de otras drogas ilegales.
El organismo pretende ubicar cuántos de sus afiliados tienen problemas de adicciones, aunque dicha tarea no resulta sencilla ante la negación de aceptar la conducta por parte del afectado.
Pero, en ocasiones, son las propias esposas de los trabajadores quienes piden ayuda a la Confederación, o bien, los dirigentes se enteran de que algunos fueron detenidos por la autoridad.
?Además, hay empresas que se quejan de ausentismo el lunes, de personas que se reportan constantemente enfermas, pero hay quienes alegan que se trata de personas con problemas de consumo de alcohol. Son quejas que se dan de manera continua?, detalla.
La ley es muy clara y cuando un trabajador acude a laborar en estado inconveniente, ya sea borracho o bajo el efecto de alguna droga que no haya sido prescrita por médico, es una causal de rescisión del contrato; por eso, la CROC les advierte que no se expongan.
?Esto conlleva un grave riesgo para ellos y para sus propios compañeros que laboran con ellos. Es de suma peligrosidad porque no van en sus cinco sentidos, sobre todo en las industrias en donde se maneja maquinaria o herramientas peligrosas?, complementa.
De modo que como organismo sindical entienden que cuando un obrero incurre en una falta de esta índole y sea despedido, no hay mucho por hacer al respecto.
?Han despedido algunos trabajadores cuando han llegado en estado de ebriedad pero a últimas fechas se ha controlado tal situación, es menos frecuente. Desde el año antepasado no tenemos despidos por esta causa?, pormenoriza.
Pero dicho panorama no implica que el alcoholismo o la drogadicción hayan disminuido sino, más bien, que los asalariados aprovechan sus días de asueto para comenzar ?la parranda?.
?Esto afecta la relación familiar y el bolsillo de los trabajadores. Después del diagnóstico que obtengamos ya sabremos qué tipos de pláticas podemos implementar. Desde luego que éstos son intentos que se van a tener que hacer y no siempre se tiene la respuesta que se quiera?, manifiesta.
Cruda realidad
A raíz del cierre de dos empresas forestales durante el año pasado, aproximadamente 150 afiliados de la CROC se quedaron sin empleo y fue imposible que el gremio sindical los ayudara a encontrar otra fuente de ingresos, relata Luz Amalia Ibarra Gómez.
La líder de la CROC platica que muchos de estos obreros optaron por laborar en la ?obra?, otros consiguieron su pensión y el resto emigró en busca de otras oportunidades.
?No hubo espacios en las empresas donde ya se tienen contratos, no ha crecido, no hay mayor número de personal y los que están en esos empleos difícilmente los dejan?, narra.
