El presidente Rafael Correa presentó ayer el Plan Ecuador, un proyecto que busca “poner la paz, a la guerra” que vive Colombia y que afecta a las poblaciones ecuatorianas fronterizas a las que se espera dotar de mejores condiciones de seguridad y desarrollo social.
“El conflicto que vive Colombia repercute más allá de sus fronteras”, dijo el mandatario al justificar la necesidad del Plan Ecuador, en la presentación de la iniciativa que se realizó en el palacio de Gobierno con la presencia de sus ministros y delegaciones internacionales.
“A través del Plan Ecuador vamos a poner la paz, a la guerra; la justicia, a la violencia, y para ello necesitamos que las juntas parroquiales, Gobiernos seccionales, organizaciones no gubernamentales y las instituciones del Estado trabajemos juntos”, afirmó Correa.
Explicó que el Plan Ecuador toma en cuenta las consecuencias de la cercanía del conflicto colombiano, como el riesgo de la penetración de grupos que se dedican a actividades ilícitas al otro lado de la frontera y que se convierten en un “elemento distorsionador” de la relación bilateral.
Los dos países comparten una frontera de unos 640 kilómetros, donde por el lado colombiano hay presencia de grupos armados irregulares, narcotraficantes y delincuentes, que suelen pasar a suelo ecuatoriano en busca de abastecimiento o descanso. Estos grupos ilegales libran combates contra militares colombianos.
Semanas atrás, Correa había dicho que el Plan Ecuador es “una respuesta de paz, justicia y equidad” frente al Plan Colombia, al cual había calificado de “militarista, guerrerista, violento”.
El Plan Colombia es una iniciativa de lucha contra el narcotráfico y las guerrillas para la cual Estados Unidos ha donado unos cuatro mil millones de dólares desde 2000, sobre todo a través de la entrega de decenas de helicópteros de combate y el entrenamiento de miles de soldados colombianos.
El Plan Ecuador contempla iniciativas para mejorar las condiciones sociales y productivas de los pobladores y garantizar el empleo para así prevenir su posible vinculación a actividades ilícitas; el fortalecimiento de la cultura de paz y el mejoramiento de las condiciones de seguridad basadas en principios de seguridad ciudadana.
El proyecto beneficiará a más de un millón de pobladores distribuidos en las provincias fronterizas.
El presidente destacó el “incremento permanente” de desplazados y refugiados colombianos que huyen de la violencia de su país, a quienes el Gobierno ecuatoriano aspira atender de mejor manera.
