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TEHERáN, irán.- La televisión oficial de Irán presentó ayer supuestas grabaciones en video de dos de los 15 marinos militares británicos capturados, los que en las imágenes señalaban un mapa del Golfo Pérsico.
La televisora Al-Alam dijo que los dos marinos señalaban el lugar donde su barco ingresó en aguas iraníes el 23 de marzo, provocando su captura.
Los dos militares, que aparecieron en segmentos separados, con uniforme y señalando el mismo mapa, estaban hablando ante la cámara, pero Al-Alam no transmitió sus voces.
Un comentarista dijo que los dos “confesaron” haber ingresado en aguas de Irán de manera “ilegal” y dio detalles sobre el incidente, señalando que los 15 dejaron su barco en una embarcación pequeña la mañana del 23 de marzo e ingresaron en las aguas iraníes a las diez.
La televisora señaló que los marinos capturados han reconocido que son sujetos a un “trato bueno y humanitario”.
Ocho marineros y siete infantes de Marina fueron detenidos por unidades navales de Irán el 23 de marzo. Teherán señala que los efectivos se encontraban en aguas iraníes, pero Gran Bretaña insiste en que estaban en el lado iraquí de una zona limítrofe marítima.
Previamente, centenares de estudiantes lanzaron piedras y petardos a la Embajada británica, al tiempo que pedían la expulsión del embajador a causa de la captura por parte de Irán de 15 marineros y soldados británicos.
La protesta marcó un claro contraste con las declaraciones de funcionarios del Gobierno de Gran Bretaña, que dijeron que buscan nuevas formas de resolver la crisis de manera pacífica.
El secretario de Defensa británico Des Browne manifestó que su Gobierno mantenía una “comunicación directa, bilateral, con los iraníes”.
Una portavoz del ministerio dijo que Browne se refería a cartas y otros contactos entre los diplomáticos y no a un diálogo en persona. Browne, de visita en Afganistán, manifestó que Gran Bretaña tenía el “apoyo de casi toda la comunidad internacional” para pedir la liberación de sus soldados.
En Teherán, varias decenas de policías impidieron que los manifestantes ingresasen al complejo de la Embajada, aunque algunos escalaron brevemente una cerca fuera de los muros del edifico, antes de ser rechazados.
Los manifestantes corearon “Muerte a Gran Bretaña” y “Muerte a Estados Unidos”, mientras arrojaban piedras al recinto. También exigieron que “los espías británicos sean enjuiciados”.
En discursos pronunciados minutos antes, los estudiantes demandaron que el Gobierno iraní expulsara al embajador británico y cerrara la Embajada, calificándola de una “guarida de espías”.
En Londres, la exploración de vías de diálogo se daba luego que una encuesta sugirió que la mayoría de los británicos apoya la meta del Gobierno, de resolver el conflicto mediante la diplomacia.
Una encuesta publicada en el Sunday Telegraph señaló que sólo siete por ciento de los británicos consideraba que el Gobierno debía prepararse para recurrir a la Fuerza militar a fin de resolver el conflicto. La encuesta de ICM consultó a 762 adultos por teléfono entre el 30 y el 31 de marzo, y su margen de error era de cuatro puntos porcentuales.
Funcionarios del Gobierno y la Defensa se negaron a discutir un reporte según el cual, un comodoro de la Armada Real sería enviado a Teherán para negociar el regreso de los efectivos detenidos.
El oficial daría garantías de que las Fuerzas navales británicas no ingresarían nunca en forma deliberada a las aguas iraníes sin permiso, informó el diario Sunday Telegraph.
La Cancillería y el Ministerio de la Defensa de Gran Bretaña informaron que no emitirían comentarios sobre las negociaciones ni acerca de las alternativas que se analizan. “Seguiremos realizando nuestras discusiones diplomáticas en privado”, dijo un portavoz de la Cancillería, a condición de permanecer en el anonimato.
Pero el ministro del Transporte, Douglas Alexander, dijo que su país “exploraba la posibilidad de dialogar con los iraníes”.