La Cámara de Representantes de Estados Unidos recibió ayer una ambiciosa propuesta de reforma migratoria, que permitiría regularizar la situación legal de millones de indocumentados.
La iniciativa del congresista demócrata Luis Gutiérrez y el republicano Jeff Flakes fue calificada por legisladores de ambos partidos como la última oportunidad para que el Congreso dé respuesta amplia y efectiva al fenómeno de la migración ilegal.
Aunque sus autores se mostraron confiados en lograr un amplio apoyo bipartidista, Gutiérrez reconoció que la mayor amenaza que enfrentan será el tiempo.
“Tenemos 90 días, esa es la ventaja, pero si no lo concluimos antes del tres de agosto va a ser increíblemente difícil aprobar esta legislación (...) durante un año (de elección) presidencial, nosotros no vamos a poder hacer esta propuesta”, advirtió.
El demócrata por Illinois estimó que la comunidad deberá involucrarse en este proceso, y consideró que su papel para lograr un apoyo amplio es “crítico”.
“A ellos (los inmigrantes) les urjo a que llamen a sus congresistas y senadores, para que apoyen esta legislación”, dijo durante la rueda de prensa para anunciar la presentación de la propuesta.
La propuesta denominada Ley de Seguridad Mediante Inmigración Regularizada y una Economía Vibrante (STRIVE por sus siglas en inglés) descansa en siete pilares.
En opinión del republicano Mario Díaz Balart, esos principios reflejan que la legislación es “extremadamente responsable”.
“Esta también es una Ley dura”, dijo Díaz Balart, pues incluye elementos destinados a fortalecer la seguridad en la frontera y controles internos, y un proceso que deberán seguir millones de indocumentados para regularizar su situación migratoria.
