El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad (izq.) y su homólogo afgano Hamid Karzai (der.) firman los documentos del memorándum de entendimiento sobre cooperación mutua entre ambos países, en Kabul, Afganistán. (EFE)
El presidente afgano, Hamid Karzai, tendió la mano a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, y se ofreció como puente para mejorar las deterioradas relaciones entre Washington y Teherán.
"Nos produciría una gran satisfacción que estos dos grandes países (Irán y EU) se acerquen más el uno al otro", aseguró Karzai en rueda de prensa tras reunirse con Ahmadineyad en la capital afgana.
El presidente afgano hizo esta oferta en virtud de la "amistad" que, según él, une a Afganistán "a la misma vez" con Irán y Estados Unidos, aunque aclaró que en última instancia un acercamiento "depende de los dos países".
"Afganistán se ha beneficiado de la gran ayuda de Estados Unidos, que nos construye carreteras, escuelas y hospitales. Irán también nos ha ayudado en todos los caminos de la vida", declaró Karzai, quien dijo que ambos países "son buenos socios" de Kabul.
Karzai se mostró "contento" de que los dos países "entiendan y acepten la realidad de Afganistán", e insistió en que su Ejecutivo "dará pasos adelante" para que los lazos entre Teherán y Washington se estrechen "si (ambos países) lo desean".
Al tomar la palabra, Ahmadineyad desmintió las acusaciones de Estados Unidos de que su país está armando a la milicia talibán en Afganistán, y recalcó la importancia que Irán da a la "seguridad" en el país vecino.
En su primera visita a Kabul desde que accedió a la Presidencia iraní, Ahmadineyad cargó una vez más contra Washington e ironizó que "la marca de las armas de aquellos que vienen de diez o doce mil kilómetros no necesita ser descubierta, porque pueden ser vistas en las calles", en alusión a las tropas estadounidenses desplegadas en el país afgano.
Los estadounidenses "deberían asumir un poco más de responsabilidad ante el pueblo y por la seguridad de Afganistán", insistió el presidente iraní.
En su reciente visita a Estados Unidos, Karzai ya reiteró ante el presidente de EU, George W.Bush, que no existían pruebas del suministro de armas iraníes a los insurgentes talibanes.
Sin embargo, una fuente de los servicios de inteligencia afganos citada por la agencia afgana Pajhwok reveló hoy que un centenar de minas fabricadas en Irán fueron interceptadas ayer en la provincia norteña afgana de Balkh.
La fuente, que explicó que las minas iban a usarse para destruir instalaciones de gas y petrolíferas en la región, dijo que se sospecha que estas armas, que entraban en Afganistán de contrabando desde la vecina Uzbekistán, iban destinadas al "señor de la guerra uzbeco" Tahir Yoldashev, al que se vincula con Al Qaeda.
"Apoyamos el movimiento político en Afganistán con todas nuestras fuerzas -abundó Ahmadineyad. La seguridad en Afganistán tiene sus primeros efectos en Irán, porque tenemos una larga frontera común y una larga relación" común.
La visita del presidente iraní estuvo precedida por la aprobación en la cámara baja afgana de un acuerdo de intercambio de prisioneros entre ambos países firmado recientemente por sus Gobiernos.
El presidente iraní viajó a Kabul acompañado de una delegación entre cuyos miembros figuran el ministro de Asuntos Exteriores, Manuchehr Mottaki, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Lariyani, y el principal asesor de la Presidencia, Sayed Mogtabi.
La delegación iraní firmó con Kabul un pacto de cooperación global y cinco acuerdos sectoriales en el ámbito financiero, agrícola, del sector público, antiterrorista y educativo.
Antes de abandonar hoy Kabul, el presidente iraní acudió a la inauguración de tres proyectos científicos universitarios apoyados por su Gobierno.
La visita de Ahmadineyad a Kabul se enmarca dentro de una gira que le llevará también a Turkmenistán y Kirguizistán, donde acudirá a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), en la que Irán y Pakistán participan como observadores.