Considera la actual Dirección de Seguridad Pública a Poanas como un municipio pacifico.
POANAS, DGO.- La gente está de acuerdo con la Ley solamente cuando está de su lado, sin embargo, cuando la Justicia se aplica en su contra comienzan las inconformidades, comentó Jorge Vargas Juárez, director de Seguridad Pública.
El funcionario encargado de la vigilancia del municipio comentó que la coordinación que desde principios de la Administración han tenido con la Dirección Estatal de Investigación, ha generado buenos resultados tanto para la corporación a su cargo como para sus colegas.
Mencionó que las quejas contra la autoridad policial son muchas veces producto de que hay a quienes les molesta que la justicia se aplique cuando se trata de ellos; esto con referencia a las inconformidades que en ocasiones se han suscitado contra la DEI.
Por otra parte, calificó Poanas como tranquilo y fácil de controlar, pues aunque los percances y contratiempos siempre se presentan, desde el 14 de diciembre no se ha presentado ningún deceso en el municipio relacionado con algún incidente en el que hubiera presencia de alcohol.
Recordó que en Semana Santa se presentó un suicidio de un hombre alcohólico, sin embargo, las autoridades en este caso no tuvieron mucho que hacer para evitar dicho desenlace, en el que el vicio, la soledad y los problemas terminaron por matar a esta persona.
Con esto, Vargas Juárez dio un referente de la situación que prevalece en el municipio, en el cual no niega que haya problemas de alcoholismo y otros conflictos en la vía pública, sin embargo, considera que las instancias policiales trabajan para contrarrestarlos, con resultados favorables.
En 2006 fueron diversas las quejas de la ciudadanía por la proliferación de bebidas alcohólicas en Villa Unión, cabecera municipal y varias de las otras 16 localidades del municipio.
El último deceso relacionado con el alcohol fue un suicidio en marzo del año en curso, en tanto que en noviembre y diciembre del 2006 se reportaron accidentes de fatales consecuencias en los que había presencia de alcohol.
Incluso en esas mismas fechas Valente Favela Guerra, sacerdote del Santuario de Nuestra Señora, reconvino a la ciudadanía a dejar el vicio del alcoholismo, del cual dijo era prolifero en el municipio.
