EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Ante el titular del Juzgado Cuarto del ramo penal, Pedro Limón Hernández, se entregó un joven que figura como el presunto responsable de un homicidio en riña, ocurrido hace poco más de un año y un mes. El implicado aceptó su culpa y mediante el pago de una finaza de 60 mil pesos logró su libertad bajo caución.
Omar Karim Luna Aguilar, de 22 años, alias ?El Omarcillo? o ?El Pinpón?, es el sujeto que se entregó a la autoridad judicial y se declaró responsable de dar muerte de un tiro a Eduardo Reyes Acosta, de 15 años, durante una riña entre pandillas de las colonias Vicente Guerrero y Braulio Fernández Aguirre.
Los hechos ocurrieron la tarde del martes tres de enero y son ?Los Novenos?, quienes fueron identificados como los responsables de las batallas campales que se registran con frecuencia en los mencionados sectores habitacionales.
La riña se registró poco antes de las 17:30 horas del citado día y primero se agarraron a pedradas ?Los Novenos? chicos y ?Los Payasos? chicos también, es decir, sólo menores.
En su momento vecinas de la calle Novena de la colonia Braulio Fernández Aguirre señalaron que entre las pandillas, además de los jóvenes, también hay niños desde los diez a los 16 años que causan problemas. El reporte de la Policía Preventiva indicaba que ?Los Payasos? hicieron correr a ?Los Novenos? y fueron por refuerzos.
El escenario del crimen fue un sector conocido como ?El Pozo?, ubicado en la avenida Séptima, entre las calle Octava y Novena, en un llano pegado al cerro, a una cuadra del límite de ambas colonias.
Testigos del homicidio señalaron que después del enfrentamiento a pedradas vieron cómo se iban acercando sigilosamente ?Los Novenos? grandes y ante la superioridad numérica optaron por correr.
Eduardo Reyes estaba con dos amigos y dos primos, relativamente cerca de la casa de sus abuelos paternos, en la calle Tercera número 644 de la colonia Vicente Guerrero.
Al empezar la retirada, ?Los Payasos? chicos, con los que fue identificado Eduardo, escucharon la detonación de tres tiros, Eduardo se detuvo para ver la procedencia de las balas y recibió un certero impacto que le perforó el pulmón y corazón.
El joven herido avanzó algunos pasos y dijo a sus acompañantes que se estaba mareando y luego se desmayó. En una camioneta Chevy fue trasladado de urgencia a la Cruz Roja, donde finalmente perdió la vida.