Ratifican que hubo falsificación de firmas en el caso del supuesto despido injustificado de una mujer en el Sideapa de Canatlán.
CANATLÁN, DGO.-Niegan que haya irregularidades en el seguimiento de la denuncia por supuesto despido injustificado contra Amada Salazar Félix, quien durante 20 años se desempeñó en el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) de Canatlán, además de referir que el caso se pretende politizar.
El abogado Hugo Gallardo manifestó que es falso que haya complicidad por parte de peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado como denunció Favio Amador Rueda, defensor de la afectada.
El caso fue perdido por la parte acusadora; sin embargo, el defensor interpuso un amparo, situación actual que presenta el caso; sin embargo, las anomalías cometidas en el proceso por parte del abogado dificultan que pueda haber un cambio de decisión.
De acuerdo con Favio Amador, desde el pasado 14 de enero del 2005, presentó denuncia ante la Junta de Conciliación y Arbitraje por el despido injustificado de la señora Amada Salazar Félix, por ser separada del Sideapa del municipio de Canatlán.
El defensor de Salazar Félix señaló que la ex empleada del Sideapa había sido separada por el alcalde Rafael Díaz Irigoyen, situación que desmintió Hugo Gallardo, quien lleva el caso por parte del Municipio.
El abogado Hugo Gallardo, quien desde hace tiempo tomó el caso, comentó que se comprobó en dos escritos de Amada Salazar Félix que la firma estampada en la solicitud de amparo no corresponde a ella y para comprobarlo se ofreció el testimonio de la perito grafoscópica y en documentoscopía Marisela Nevárez Silerio, por parte de la parte acusada.
Pero no solamente existe ese documento que refiere la falsedad de la firma, ya que también fue expedido otro por la Procuraduría General de Justicia del Estado; no obstante, parece que hay interés, además, de politizar el caso.
Respecto de lo dicho por parte de Favio Amador en cuanto a que la perito Marisela Nevárez Silerio actuó con dolo, mala fe y desconocimiento de las técnicas modernas de grafoscopía, y quien dictaminó que la firma de la trabajadora demandante no era la original, Hugo Gallardo recalcó que no es el único expediente que comprueba la falsedad de la rúbrica.
Dijo además que es muy probable que el amparo que interpuso la parte acusadora no proceda, debido a que realmente fue un error haber incurrido en la falsificación de firma.