Slim y un grupo de socios compuesto por las telefónicas France Telecom y Southwestern Bell compraron al Estado el monopolio telefónico cuando la paraestatal fue puesta en venta en 1990.
MÉXICO, DF.- El empresario mexicano Carlos Slim confía en que la economía de México mejorará en los próximos años y podría empezar a registrar tasas anuales de crecimiento de hasta cinco por ciento, superando el desempeño de los años recientes.
En una entrevista en un diario estadounidense, Slim, el segundo hombre más rico del mundo, consideró que sólo a través de una economía vibrante, México generará más empleos y con ello atacará uno de sus retos más apremiantes: la pobreza.
Para Slim generar más empleos constituye, quizás, la única forma efectiva para reducir la pobreza y atacar otros problemas asociados como la migración. El empresario mexicano no comparte la posición de Bill Gates, el fundador de Microsofot y el más rico del mundo, quien en años recientes adoptó un rol más activo promoviendo causas sociales a favor de los pobres del mundo a través de su fundación.
“Gates tiene que estudiar cómo él puede (atacar la pobreza) del mismo modo que Microsofot, siendo exitoso en los negocios, porque la caridad no es solucionar el problema”, consideró.
Slim argumentó que sus apreciaciones tienen como base su convicción que “la pobreza no se combate con donaciones, caridad o incluso gasto público, sino que hay que combatirla con riqueza, educación y empleos”.
Durante la entrevista de unas dos horas concedida al diario, el magnate mexicano recordó su formación en el mundo de los negocios desde su infancia, cuando compraba y vendía estampas de jugadores de béisbol.
“Comprar bien es una disciplina. El primer tipo de negociación comercial que uno hace como niño (intercambiando estampas) fue una manera de entender oferta y demanda para entender el mercado. Algunos niños tienen pocas (estampas) y otros bastantes”, consideró.
Con una fortuna estimada en 53 mil millones de dólares (mdd), Slim, a través de su consorcio Carso, es propietario y controla más de 222 compañías dentro y fuera de México y en sectores diversos que van desde telecomunicaciones, construcción, salud y bebidas.
La riqueza amasada le ha ganado críticas y detractores, pero Slim insiste que el éxito de sus negocios ha sido el resultado de una mejor planeación, aprovechar las circunstancias y ofrecer mejores ofertas, como en el caso de Teléfonos de México (Telmex).
Slim y un grupo de socios compuesto por las telefónicas France Telecom y Southwestern Bell compraron al Estado mexicano el monopolio telefónico cuando la paraestatal fue puesta en venta en 1990, pagando mil 760 mdd.
La compra generó denuncias que fueron desde favoritismo hasta corruptelas debido a la percepción que el precio de venta fue menor al costo real de la única empresa telefónica que operaba entonces en México.
“Una mentira repetida muchas veces empieza a ser creída. Nosotros ganamos porque pagamos más”, defendió Slim.
