Un juez prevé leer la sentencia al ex presidente Alberto Fujimori por un caso menor de abuso de autoridad, pero la audiencia solo tendrá lugar si comparece el ex mandatario, quien la víspera sufrió una crisis de hipertensión durante otro juicio por dos matanzas cometidas durante su gobierno.
El caso por el cual Fujimori será sentenciado, tras haber aceptado su responsabilidad, es el menor de los cargos que afronta, y se relaciona con el ilegal allanamiento del domicilio de la esposa del ex jefe de inteligencia, Vladimiro Montesinos, el año 2000.
La fiscalía pidió siete años de prisión para Fujimori, pero su defensa busca obtener una pena de sólo cuatro años, pues en Perú penas de cuatro años o menos quedan suspendidas.
El juez Pedro Urbina esperará a Fujimori (1990-2000) para leer su sentencia, pero existe la posibilidad que el ex mandatario, de 69 años, no asista por los problemas de salud presentados el lunes, después de comparecer ante una corte que le inició un proceso por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
Una junta médica del Instituto Nacional Penitenciario realizará el martes una nueva evaluación de la salud de Fujimori, según dijo el martes su abogado César Nakazaki.
"Si tras la evaluación, los médicos dicen que el ex mandatario está bien asistirá a la audiencia de hoy" por la sentencia del caso del allanamiento ilegal, indicó.
Fujimori, totalmente ofuscado, clamó su inocencia a gritos el lunes, en el juicio que se inició por asesinato, secuestro y lesiones graves, y que podría llevarlo a prisión por 30 años de ser encontrado culpable.
¡Rechazo los cargos totalmente!. ¡Soy inocente!", vociferó el ex mandatario, quien fue extraditado desde Chile el pasado 22 de septiembre.
Posteriormente, en el receso de la audiencia, un médico penitenciario lo examinó y diagnosticó una "crisis de hipertensión" que obligó a suspender la sesión hasta el miércoles.
Nakazaki dijo que Fujimori reaccionó "con el corazón" al sentir indignación por las acusaciones y considerarse inocente.
"Se sintió indignado, por supuesto. En el caso del allanamiento reconocemos responsabilidad, es decir, asume responsabilidad y acepta su culpa, pero en este caso (de violaciones a los derechos humanos) evidentemente no, y eso demostraremos a lo largo del juicio", manifestó.
El caso del allanamiento se remonta a noviembre del 2000, cuando Montesinos se encontraba escondido tras desatarse un escándalo por un vídeo que lo mostró sobornando a un legislador de la oposición, y que fue el inicio de la debacle del gobierno de Fujimori.
