Ricardo Rebollo fue recibido por simpatizantes a su arribo al Hotel Campestre, por otro lado la alcaldesa de Lerdo con licencia, Rosario Castro, habla por teléfono en la sede municipal del PAN, momentos después de conocer los resultados de la elección.. (Fotografías de Sergio Reyes y Jaime de Lara)
‘¡Ya ganamos... vamos por Torreón!’
Gómez Palacio, Dgo.- Minutos después del cierre de las casillas, el PRI comenzó a movilizarse para festejar de manera conjunta el triunfo de sus candidatos a las alcaldías de Gómez Palacio y Lerdo.
Al fondo del salón Murano de conocido hotel de Gómez Palacio, se instaló una lona con el lema: Jornada Electoral 2007 y en menos de 20 minutos fue sustituida por otra similar, pero con la frase “¡Ya ganamos!”.
Los aplausos anunciaron la llegada del candidato Ricardo Rebollo Mendoza, quien se manifestó contento por el resultado y aseguró que esto habla “de que el trabajo del señor Gobernador, está bien hecho”.
Rubén Moreira, presidente del PRI en Coahuila, también acudió al festejo y aseguró que “ganó el pueblo de Durango, que ratifica un proyecto social que es el de Ismael Hernández Deras”.
También manifestó que “después del 2 de julio, el PAN va de derrota en derrota... Las sospechas de que Felipe Calderón no ganó, se está haciendo una realidad”.
Rebollo y Carlos Aguilera, el candidato a la alcaldía en Lerdo, se levantaron el brazo y los asistentes gritaron: “¡Ya ganamos, ya ganamos!” y luego cambiaron por “¡Vamos por Torreón, vamos por Torreón!”.
Más tarde, al grito de “¡Sí, se pudo!”, “¡Sí, se pudo!”, Ricardo Rebollo fue recibido por unos 150 simpatizantes que se conglomeraron a la entrada del Comité Municipal de su partido.
Levantando el puño derecho, Rebollo entró a las instalaciones del PRI poco antes de las nueve de la noche, en donde permaneció viendo, leyendo y escuchando los reportes informativos de los diferentes medios de comunicación, pero sobre todo, contando las actas de las casillas que llegaban al comité.
Hasta el comité municipal del PRI en Gómez Palacio, llegaron funcionarios, ex funcionarios, y militantes, entre ellos, el alcalde Octaviano Rendón Arce, quien también ayudó a Rebollo Acosta a contar las actas de las casillas.
Al escuchar el alboroto de los simpatizantes, Rebollo Acosta daba instrucciones, “díganles que se vayan al Continental, ahí los voy a saludar”. Y es que el candidato prometió cerveza gratis para todos y un baile amenizado con los grupos Excelencia de Durango, Adicto, El Orquestón Loco, BJ de Durango, y según Octaviano Rendón Arce, a última hora se contrataron los servicios de Lorenzo de Monteclaro, quien estaba en Parras, Coahuila.
La jornada electoral para los militantes del PAN comenzó con esperanza y terminó en frustración. Al final, Hugo Leonel Salas, presidente del Comité Municipal del PAN, expresó que el ganador de la contienda fue el abstencionismo, pues apenas el 40 por ciento de la ciudadanía acudió a votar.
Las primeras casillas reflejaron una tendencia favorable hacia Augusto Ávalos, candidato del PAN a la alcaldía. Los rostros panistas se iluminaban ante la posibilidad de que finalmente se terminara con una historia de tradición priista para este municipio, los priistas se mordían los labios, apretaban sus puños y se tronaban los dedos mientras deambulaban de un lado a otro.
Ávalos no quiso hacer ningún comentario al respecto. Permaneció encerrado y anunció que haría declaraciones hasta que se computara el 100 por ciento de las casillas. Leonel Salas dijo que cualquier pronunciamiento sería irresponsable, pero el PRI ya había anunciado su victoria. En el PAN, el festejo estaba en grande, la esperanza albergaba los más de 150 corazones albiazules que nunca habían sentido la alcaldía tan cerca.
En menos de tres horas las tendencias cambiaron. Para las nueve de la noche, el candidato del PRI ya tenía una ventaja de 700 votos sobre el PAN. La voltereta no agradó a los simpatizantes de Ávalos y la esperanza no caía, pero aún faltaba el voto del área rural, que terminó por completo con los ánimos de los panistas, que poco a poco fueron abandonando la sala.
Cerca de las 11 de la noche, Leonel Salas admitió una diferencia de dos mil votos a favor del PRI y anunció que se realizaría un análisis del proceso en el buffet jurídico del partido, ya que “hemos encontrado serias irregularidades en las actas que llevamos revisadas, como en la casilla 439, donde hay 395 votos nulos y es una casilla que ganamos”.
‘¡Ya se van, que no vuelvan los del PAN!’
Cd. Lerdo, Dgo.- Antes de las siete de la tarde llegó Carlos Aguilera Andrade, aspirante del PRI a la alcaldía de Lerdo, con su característico sombrero al salón Murano de conocido hotel de Gómez Palacio en donde se reunió con Ricardo Rebollo, candidato del PRI a la presidencia de Gómez Palacio. Dio a conocer “su fórmula” para recuperar Lerdo: “Diciéndole a la gente la verdad. Hablándole con humildad, pero sobretodo con respeto. A la gente de Lerdo no se le debe tratar nunca con prepotencia, ni soberbia, porque tiene memoria”.
En las instalaciones del PRI lerdense todo era alegría por el triunfo de Aguilera. Alrededor de las 21:30 horas se improvisó una marcha en la que participaron alrededor de 700 personas que recorrieron las principales calles del centro, los simpatizantes priistas vitorearon al virtual ganador de la elección.
El contingente fue encabezado por Aguilera, y los candidatos a diputados locales, Fernando Ulises Adame y Roberto Carmona. La marcha inició en la avenida Matamoros hasta llegar a la calle Guerrero, después tomaron la avenida Sarabia; diez minutos antes de las diez de la noche llegaron a la Presidencia Municipal e hicieron un alto para cargar en hombros a quien será el próximo alcalde.
“Ya se van, ya se van, que no vuelvan los del PAN”, gritaron durante la mayor parte del recorrido los priistas, aunque no faltó el espontáneo que gritó la frase que Aguilera utilizó en la campaña “¿y a poco nos vamos a quedar así?... “noooooo” contestaban eufóricos.
Los priistas le dieron la vuelva a la Plaza Principal y por la avenida Madero se enfilaron al Parque Victoria, donde los virtuales triunfadores de la elección tomaron las gradas de la cancha de básquetbol como templete e improvisaron un discurso para agradecer el apoyo de los presentes. Alrededor de las diez y media de la noche retornaron a su partido.
En el PAN de Lerdo las copas para el brindis se quedaron vacías, la fiesta azul fue empañada por el tricolor que terminó por imponerse incluso en pleno centro de la ciudad.
“El PAN en Lerdo no compitió contra el PRI, sino contra el señor gobernador, ésta es claramente una elección del señor candidato Ismael Hernández Deras, no sólo en Lerdo sino en todo el estado, hay que felicitar al señor gobernador porque su campañita le salió muy bien con todos los recursos, con todo el personal metido en todos los municipios. Haber con qué cara ve al pueblo de Durango... utilizó hasta la policía, hizo todas las artimañanas como un mapache viejo, hay que felicitarlo”, dijo el candidato del PAN a la alcaldía, Carlos Morales, tras su derrota en las urnas.
Eran las 6 de la tarde cuando el diputado federal Juan de Dios Castro Muñoz, en rueda de prensa, aseguró que las tendencias eran favorables y que una vez confirmado festejarían en las calles el triunfo “como cuando ganó Rosario Castro, como cuando Calderón ¡así vamos a salir carajo!”, decía y aunque parecía sereno sus pies temblorosos bajo la mesa le traicionaban.
El festejo de Carlos Aguilera en Gómez antes del resultado oficial indignó en un principio a los panistas concentrados en las instalaciones del Comité Directivo Municipal del PAN. A las 7 de la tarde una caravana de 14 vehículos anunciaba el triunfo de Aguilera.
Escépticos algunos panistas los llamaban fanfarrones, pero la duda fue creciendo y de pronto los azules formaban corrillos en la avenida Coronado, justo afuera del Comité, y en voz baja se comentaba la ventaja del tricolor. Poco a poco llegaron funcionarios del actual Ayuntamiento, su expresión no era favorable.
El alcalde Antonio Olivas Ibarra organizó una reunión urgente en el Instituto Vasco de Quiroga con el diputado Juan de Dios. A las 9 de la noche algunas de los cientos de personas del blanquiazul invitaban a que no decayera el ánimo pero el rostro de los simpatizantes ya era el de la derrota.
40 minutos después el candidato Carlos Morales entró por la puerta principal al recinto y fue recibido con aplausos, porras y abrazos. La amplia sonrisa que parecía no desvanecerse esta vez fue distinta, casi autoimpuesta. Sus ojos denotaban algo más que impotencia, cólera. Tras su discurso mencionó que el PAN tomará las medidas necesarias contra las acciones del gobernador, exhaló, pidió agua y agradeció a quienes le dieron su voto. Rosario Castro estaba ahí, su expresión lo decía todo.
Posteriormente los militantes llamaron “ratero” una y otra vez al mandatario estatal mientras los priistas pasaban en caravanas a bordo de sus vehículos justo frente al Comité del PAN y la Presidencia Municipal ondeando banderines del PRI, “¡Sí se pudo!”, gritaron.
