El Papa Benedicto XVI ofició ayer la misa de proclamación de cuatro nuevos santos, en la plaza de San Pedro del Vaticano. (EFE)
En la ceremonia de dos horas de duración se canonizó a tres sacerdotes y a una monja de Francia, Malta, Holanda y Polonia.
El Papa Benedicto XVI nombró ayer cuatro santos -de Francia, Malta, Holanda y Polonia- en una ceremonia en la Plaza de San Pedro a la que asistieron varios jefes de Estado y millares de fieles.
Entre los participantes en la ceremonia donde se canonizó a tres sacerdotes y a una monja figuraron los jefes de Estado de Irlanda, Malta, Polonia y Filipinas.
El Papa dijo a la multitud que era necesario ser atraído “por el ejemplo”, por “las enseñanzas”, de esos santos. Millares de feligreses se congregaron en la Plaza de San Pedro para la misa, de dos horas de duración, pese a la intensa lluvia.
Entre los homenajeados figuró la hermana Marie Eugenie de Jesús Milleret, una monja francesa que en 1839 fundó la Orden de las Religiosas de la Asunción para educar a adolescentes. En la actualidad, la orden cuenta con mil 200 monjas en 170 comunidades alrededor del mundo.
La presidente de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, asistió a la misa pues una niña filipina que sufría de graves lesiones cerebrales que afectaban su vista se curó luego de orar por la monja. Ése era el milagro que el Vaticano requería para canonizar a la hermana Marie Eugenie.
La niña, ahora de 12 años de edad, estaba presente en la misa de ayer.
Durante la misa, Benedicto XVI también canonizó a:
El reverendo George Preca de Malta, que fundó la Sociedad de la Doctrina Cristiana en 1932. El presidente de Malta, Edward Fenech Adami, asistió a la misa en homenaje al nuevo santo.
El reverendo Szymon Z. Lipnicy de Polonia, un monje franciscano que consoló a los polacos afectados por la plaga que diezmó a Cracovia entre los años 1482 y 1483 y que murió de la peste. Benedicto XVI lo canonizó mientras estaba presente el presidente de Polonia, Lech Kaczynski.
El reverendo Charles de Saint Andrew, que nació con el nombre de Karel Van Sint Andries Houben en Holanda, en 1821. El reverendo Charles pasó buena parte de su vida en Irlanda e Inglaterra, donde logró fama como taumaturgo.
Millares de personas concurrieron a su monasterio en las afueras de Dublín para rogar su bendición. La presidenta de Irlanda Mary McAleese encabezó la delegación de su país que asistió a la misa.
