Marcela Fernández, titular del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), dijo es impensable algo similar a la huelga en EU. (Fotografía de El Universal)
Contrario a lo que sucede en EU, las batallas de los escritores mexicanos son individuales o aisladas
MÉXICO, DF.- México es un país en el que puede pasar de todo, menos una huelga de escritores tal como la que se vive en Estados Unidos, donde los creativos se dieron el lujo de parar las grabaciones de series de televisión tan famosas como Grey’s Anatomy, Ugly Betty o 24.
Aquí, dicen los escritores, no es viable que ellos se vayan a la huelga, por lo que nunca los veremos afuera de las instalaciones de Televisa o TV Azteca con sus pancartas de protesta, y aunque están unidos por una sociedad, las batallas son más bien individuales o aisladas.
En el primero de los casos se destaca la lucha que Guillermo Arriaga libró para que con sus trabajos cinematográficos lo reconocieran como escritor y no como guionista; su petición era que en el crédito se leyera “una película de…”, Guillermo lo logró.
En esta historia hay otras experiencias, como cuando en 2003 el Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales (STTYM) intentó frenar el rodaje de la película Pancho Villa as Himself, protagonizada por Antonio Banderas; esto, porque algunos de los miembros que participarían en la producción fueron desplazados por extranjeros sin autorización para laborar. No obstante, todo se solucionó.
De igual manera, Jaime Casillas, presidente de la Sociedad de Directores, ha comentado en varias ocasiones su intención de salir a las calles para manifestarse en contra de Televisa y TV Azteca, reclamando la mutilación que hacen de las obras cinematográficas y porque no pagan derechos de autor desde hace diez años.
A pesar de situaciones como esas y del claro ejemplo actual de la huelga en Estados Unidos, donde escritores de televisión y cine demandan una mayor participación en los beneficios que generan las ventas de DVD (los cuales absorben cadenas de televisión y los estudios de Hollywood), Marcela Fernández, titular del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), dijo que es impensable que en México sucediera algo así.
Para empezar, subrayó, el STPC, a pesar de ser un sindicato, no está facultado jurídicamente para emprender un acto de esa magnitud. En pocas palabras, lo que ha pasado en nuestro país son hechos aislados.
“La ley de Carlos Salinas de 1992 nos quitó toda la capacidad de negociación colectiva y los contratos colectivos, con excepción de la Asociación de Productores”, indicó la titular de la STPC, que integra a la Asociación Nacional de Actores (ANDA), al STTYM, a la Sociedad de Directores y a la Sociedad de Autores.
Por otra parte, el presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), Víctor Hugo Rascón Banda, tras reconocer que ellos tampoco están facultados para vestirse de rojo y negro, dijo que le encantaría convocar a una huelga para defender los derechos de los escritores ante Televisa y TV Azteca, que insisten en adaptar historias de países como Argentina y no consumir el trabajo de los mexicanos.
“Jurídicamente, no es posible (la huelga como en EU), aunque ganas no nos faltan para manifestar nuestro desacuerdo por la importación excesiva de historias del extranjero”, manifestó el dramaturgo y escritor de cine.
“Las televisoras heredan el síndrome de ‘La Malinche’ y piensan que todo lo que viene de Argentina, Chile, Venezuela o Colombia es mejor que los originales mexicanos”, señaló.
El escritor de películas como Morirse en Domingo (2006) y Por la Libre (2000), Antonio Armonía, sostuvo que sólo en una ocasión recurrió al STPC, porque no lo querían incluir en los créditos de una película por problemas con la producción. “Se paró el rodaje de la película y bueno, todavía estamos checando algunas cosas”, mencionó.
Y así como él confiesa que tiene qué dedicarse a hacer otras “chambitas” para poder sobrevivir, hay otros como Gus Rodríguez, creador de series como La Familia P. Luche, que llegaron a un acuerdo con la televisora en que trabaja y tiene un contrato de exclusividad.
“Ahora hay producciones que me buscan, que saben de mi trabajo. Recibo un pago mensual por exclusividad. Y está padre tener tu dinero seguro, porque como creador necesitas estar al 100% pensando en la chamba y no en otras cosas”, comentó vía telefónica.
Las condiciones
En México, el sistema que protege a los escritores de cine, TV y teatro se llama Sistema de Derechos de Autor.
■ Bajo el régimen mexicano el creador tiene control absoluto de su obra.
■ Los escritores dan una licencia para que se explote su obra por cinco, diez ó 15 años.
■ Los pagos: en cine alrededor de medio millón de pesos por guión, dependiendo del autor; en TV pueden
tener contrato de exclusividad y en teatro se les da el 10% de la taquilla bruta.
■ El único que puede parar una producción es el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica.
■ En Estados Unidos se rigen por el copyright, se les paga una sola vez y pierden todo derecho sobre su creación.