Un colombiano cuya hija dio a luz a dos hijos de Keith Stansell, uno de tres estadounidenses contratistas del Departamento de Defensa secuestrados por las FARC desde hace cuatro años, ofreció entregarse a la guerrilla con tal que liberen al padre de sus nietos.
“Que me acepten a mi como rehén para que él (Stansell) pueda salir del cautiverio”, declaró Campo Elías Medina, padre de Patricia Medina, quien tuvo una pareja de gemelos tres meses después del secuestro de Stansell en las selvas del sur de Colombia en febrero de 2003.
“Estoy dispuesto a ir a donde sea por mis nietos, yo me arriesgo a lo que sea. Pienso que es más importante que tengan al papá al lado que al abuelo, yo ya tengo más de 55 años”, dijo Medina en una entrevista transmitida ayer por el noticiero RCN.
Stansell y dos colegas más fueron hechos rehenes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando se desplomó la avioneta en la que realizaban una misión antinarcóticos en las junglas de Caquetá.
El vocero del Comité Internacional de la Cruz Roja en Bogotá, Carlos Ríos, dijo que aún no reciben la misiva que Medina desea enviar, pero si se las entrega transmitirla a las FARC “es algo afín a nuestra misión”.
Indicó que la Cruz Roja tiene un programa de transmisión de mensajes, pero está sujeto a que se produzca un encuentro con el grupo guerrillero.
Los estadounidenses figuran entre casi 60 personalidades que las FARC tienen cautivas y cuya liberación condicionan a la negociación de un acuerdo humanitario con el gobierno, que implica crear una zona desmilitarizada de casi 800 kilómetros cuadrados en el suroeste del país, requisito que el presidente Álvaro Uribe no está dispuesto a ceder.
Las FARC son la más poderosa guerrilla en Colombia, que desde hace 43 años tratan de tomarse el poder para instaurar un régimen izquierdista.
‘Excarcelación de rebelde, apuesta por la reconciliación’
La excarcelación condicionada de guerrilleros de las FARC detenidos, 134 de los cuales han sido llevados a un presidio de paso, es una apuesta por “la reconciliación de todos los colombianos”, dijo ayer el presidente Álvaro Uribe.
El gobernante sostuvo que ése es el alcance final de la decisión que adoptó hace nueve días, cuando anunció la “excarcelación masiva” de rebeldes de las FARC para alentar a este grupo insurgente a que ponga en libertad a las personas que mantiene cautivas.
Es un gesto “en aras de la liberación de los compatriotas secuestrados, en aras de la reconciliación de todos los colombianos”, afirmó Uribe al abrir en Bogotá un consejo comunitario sobre la reforma del régimen de transferencias presupuestarias del gobierno central a las regiones.
“La reconciliación hay que conseguirla con seriedad, con seguridad, y por eso vamos a hacer este gesto”, dijo el presidente, tras aclarar que mantiene que la Seguridad Democrática, su polémica política contra los grupos armados ilegales, “es el camino para la reconciliación”.
Uribe se felicitó por la marcha del plan de traslado de rebeldes presos a la cárcel Normandía, el presidio municipal de Chiquinquirá, a unos 140 kilómetros al norte de Bogotá, que les servirá de paso a los admitidos en el programa de excarcelación masiva, que alcanzará a unos 200.
Es previsible que en cinco días, que es la fecha que se fijó como límite, el gobernante firme el decreto o la resolución ejecutiva que autorice la salida de prisión de estos rebeldes, quienes deberán comparecer en procesos legales de amnistía e indulto antes de que puedan quedar en libertad.