Madrid, España.- Diez de los 21 convictos por participar en los atentados ferroviarios madrileños de 2004 iniciaron una huelga de hambre en protesta por la magnitud de sus sentencias, que consideran excesivas, dijo ayer el Gobierno.
Una funcionaria de Instituciones Penitenciarias dijo que entre los 10 figuran dos marroquíes -Jamal Zougam y Othman Gnaoui- convictos de homicidio y homicidio frustrado y condenados cada uno a 43 mil años de cárcel, aunque conforme a la legislación española la pena máxima que pueden cumplir es 40 años entre rejas.
El 11 de marzo de 2004, los atentados terroristas en la red ferroviaria madrileña de cercanías mató a 191 personas e hirió a más de mil 850.
Los fallos y las condenas en el peor atentado del terrorismo islamista sufrido en Europa fueron anunciados el miércoles. En total, 21 de los 28 acusados fueron convictos de delitos que oscilaron desde el tráfico de armas a la pertenencia de una organización terrorista y el homicidio.
Los 10 en huelga de hambre, encarcelados en Madrid o Alicante, notificaron a las autoridades carcelarias el domingo por escrito que han cesado de comer, aunque no de beber, indicó la funcionaria. Algunos de ellos ya se habían declarado en huelga de hambre durante el juicio.
SENTENCIAS EXCESIVAS
En lugar de insistir en su inocencia como hicieron durante el juicio, los penados argumentan que las sentencias son excesivas, indicó la funcionaria a condición de guardar el anonimato porque las normas del departamento le impiden dar su nombre.
Zougam fue convicto de colocar por lo menos una de las mochilas con explosivos y metralla en uno de los trenes, y Gnaoui de ser una figura clave en la conjura, además de ser lugarteniente del cabecilla Jamal Ahmidan, que se suicidó con otros seis islamistas en su vivienda en las afueras de Madrid cuando iba a ser detenido por la Policía tres semanas después de los atentados.
Otro de los 10 en huelga de hambre desde el domingo es el marroquí Abdelmajid Bouchar, acusado de haber colocado por lo menos una de las cargas explosivas en uno de los trenes. Sin embargo, al final del juicio la acusación no fue probada y fue convicto solamente de tenencia ilícita de explosivos y de pertenecer a una organización terrorista y sentenciado a 18 años de cárcel.
Además, se sumó a la huelga los marroquíes Hassan Haski y Youssef Belhadj, acusados de tramar los atentados, aunque declarados inocentes de ese delito, pero convictos de pertenecer a una organización terrorista y sentenciados a 15 y 12 años de reclusión, respectivamente. Los otros cinco encaran penas de 12 a 18 años de cárcel.