El Ejecutivo prevé modificar el Impuesto Complementario a la Minería (ICM) para fijar tributos adicionales con un aumento de entre el 60 y 70 por ciento.
EFE
La Paz.- Más de ocho mil trabajadores de las cooperativas mineras de Bolivia marcharon y detonaron dinamita hoy en las calles de La Paz, en rechazo a un proyecto del presidente Evo Morales para incrementar los impuestos en el sector.
Andrés Villca, presidente de la Federación de Cooperativas Mineras (Fencomin), un poderoso sector sindical ex aliado de Morales, dijo hoy que decidieron realizar la movilización, pese a que el mandatario ofreció "congelar" la aplicación del nuevo tributo en el caso específico de las cooperativas.
Según Villca, ese compromiso no es suficiente para suspender las protestas iniciadas con la marcha, que descendió desde la vecina ciudad de El Alto hasta las calles de La Paz, porque el sector demanda la anulación del proyecto de Ley que existe sobre el asunto.
El Ejecutivo modificará el Impuesto Complementario a la Minería (ICM) para fijar tributos adicionales con un aumento promedio de entre el 60 y 70 por ciento, dependiendo del precio internacional de cada mineral.
Según Morales, de los más de mil millones de dólares que le reportaron a Bolivia las exportaciones mineras en el 2006, el Estado únicamente percibió 45 millones de dólares y se pretende que con el aumento del ICM la cifra suba a 80 millones de dólares.
Las detonaciones efectuadas por los cooperativistas estremecieron las calles de La Paz, que provocaron durante varias horas la paralización del transporte urbano y la reacción de los transeúntes, varios de los cuales se enfrascaron a golpes con los mineros, a quienes reclamaron el pago del impuesto.
Jefes policiales informaron que la noche del lunes se confiscaron en dos operaciones un total de 273 cartuchos de dinamita y más de 30 metros de mecha lenta y se detuvo a nueve mineros por el manejo ilegal de explosivos.
Las cooperativas mineras, que tienen cerca de 50 mil afiliados que trabajan como microempresarios, protagonizaron en octubre del 2006 un violento enfrentamiento con mineros del Estado por el control de un yacimiento de estaño, donde hubo 16 muertos de ambos bandos.
Como consecuencia, el presidente Morales destituyó al ministro de Minería, Walter Villarroel, el máximo dirigente de los cooperativistas.
El actual titular de esta cartera, Guillermo Dalence, un ex dirigente de las minas del Estado, ratificó hoy la decisión del presidente Morales de congelar la aplicación de la subida del ICM para las cooperativas y de convocar al diálogo.
Dalence señaló a una emisora local que el propósito del Gobierno "no es estrangular la producción" minera, sino aumentar el ingreso del Estado "pero garantizando que el nivel de vida y trabajo de las cooperativas sea elevado".
El Gobierno también ha propuesto a los cooperativistas ser parte del directorio de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol), respetar las áreas de explotación que actualmente operan y aplicar un programa para el crecimiento del sector.