Se estima que en las sureñas regiones del Bío Bío y de la Araucanía, el número de aislados a causa de la nevada alcanza a unas cinco mil personas. (AP)
Se trata de la primera nevada en ocho años y abarca una extensión de mil kilómetros.
Una intensa nevada caída en Santiago la noche del miércoles y la madrugada de ayer, la primera en ocho años, dejó varios sectores sin electricidad y agua potable en la capital chilena, según fuentes oficiales.
La nevada, producto de una onda de frío polar que afecta a gran parte de Chile, abarcó desde la zona central del país hasta la región de Los Lagos, en una extensión de mil kilómetros y ocasionó además accidentes de tránsito, cierre de caminos, caídas de árboles y de techos.
Los cortes eléctricos, ocasionados por la nieve que cortó los cables, afectaron a nueve municipios de la capital chilena, mientras otros tuvieron problemas de abastecimiento de agua potable, dijeron las autoridades.
El Ministerio de Educación dejó en libertad de acción a los colegios para impartir o no clases ayer.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) declaró ayer en “alerta temprana” varias regiones del país por la onda de frío polar y por los eventuales perjuicios que el frío podría ocasionar en la agricultura y la ganadería y con el objeto de incrementar el cuidado de salud de la población.
En las últimas horas, las nevadas afectaron especialmente a la región del Maule, a 260 kilómetros al sur de Santiago, fenómeno que no se registraba desde 1952.
En Colbún la nieve agravó el aislamiento de 900 personas por la acumulación de nieve, lo que dificultó el envió de alimentos, forraje y frazadas, informaron las autoridades.
En las sureñas regiones del Bío Bío y de la Araucanía, en tanto, se estima que el número de aislados alcanza a unas cinco mil personas.
El pronóstico meteorológico anunció lluvias débiles y temperaturas bajo cero que se extenderán hasta mañana en la zona centro-sur del país.
El presidente de la empresarial Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Luis Schmidt, calificó la nevada de una “hecatombe blanca” para el sector, por los efectos que producirá.
Las pérdidas, hasta el momento, “alcanzan unos 250 millones de dólares y se perdieron al menos 38 mil empleos”, dijo Schmidt a radio Cooperativa. Agregó que los mayores daños se encuentran en la región de la Araucanía, a 600 kilómetros de Santiago, donde hay zonas que desde hace cuatro meses están sepultadas bajo uno o dos metros de nieve, lo que ha provocado la muerte del ganado.
Los comités de operaciones de emergencia de cada región fueron instruidos para habilitar refugios, vigilar cursos de agua, el estado de los caminos y los sectores que regularmente resultan aislados por estos fenómenos.