El secretario de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, dijo ayer que el proyecto de reforma migratoria está “sano y salvo” pese al colapso de las negociaciones en el Senado.
“Este proyecto está sano y salvo y estamos más determinados que nunca de concluirlo”, dijo Gutiérrez a la cadena CNN, que al igual que otros medios de comunicación dedicó el domingo un amplio espacio al tema.
Las negociaciones para un plan de legalización de unos 12 millones de indocumentados se estancaron el jueves pasado en el Senado luego que los demócratas no lograron los 60 votos necesarios para una votación final sobre el proyecto.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, podría reconsiderar próximamente la presentación del proyecto, pero señaló que el presidente estadounidense George W. Bush debe convencer primero a los republicanos para que apoyen la medida. El vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que el presidente Bush se reunirá mañana con senadores republicanos para escuchar sus preocupaciones y defender medidas de control fronterizo incluidas en el proyecto.
La propuesta “tiene la inversión más grande de seguridad fronteriza, no solamente en cuanto a agentes de la Patrulla Fronteriza y medios técnicos” sino en una continua vigilancia en la frontera, dijo Snow en entrevistas con las cadenas Fox News y CBS.
“Entiendo que es necesario un día o dos de debate para completarlo”, resaltó. El portavoz señaló que las negociaciones colapsaron porque todavía existen como una docena de enmiendas de los republicanos que “merecen ser escuchadas” y que una vez que Reid permita un “debate completo”, se podrá aprobar el proyecto.
El senador republicano John McCain, uno de los principales defensores de una reforma migratoria integral, dijo que esos esfuerzos pueden ser ajenos a su partido, pero que se trata de un asunto de seguridad nacional. Si no se hace nada, para resolver la situación de millones de indocumentados, “tendremos entonces una amnistía silenciosa”, señaló McCain en declaraciones a la cadena ABC.
Tras una reunión el sábado en el Vaticano con el Papa Benedicto XVI, Bush dijo a reporteros que el Pontífice sigue muy de cerca el debate de inmigración en Estados Unidos.
“Yo le dije (al Papa) que soy una persona que apoya firmemente la reforma integral de inmigración”, indicó Bush, quien le manifestó además que apoya la aplicación de las leyes migratorias y al mismo tiempo, el trato digno a las personas.
Inicia en Los Ángeles caravana a favor de reforma
Una caravana de vehículos, que lleva un millón de cartas en las que se pide una reforma migratoria “amplia y justa”, inició ayer su camino rumbo a Washington tras una ceremonia interreligiosa celebrada en Los Ángeles.
Los organizadores indicaron que esta campaña, iniciada hace más de un mes con la recolección de firmas a través de cartas, fax y correo electrónico, continuará pese al revés sufrido el jueves en el Senado estadounidense.
Ayer después de una ceremonia que se efectuó en la iglesia de la Placita Olvera y con asistencia de líderes y representantes religiosos, se dio inicio a esta caravana.
Según el locutor de radio local, Eduardo “Piolín” Sotelo, uno de los principales promotores de la caravana, la negativa del Senado para votar la reforma migratoria bipartidista no mermó al acto simbólico de protesta.
“Vamos a ir a tocar la puerta de Washington y de la reforma migratoria para decir que los indocumentados no venimos aquí a lastimar a nadie, sólo a trabajar y a conseguir dinero para nuestras familias”, indicó.
Sotelo lamentó que el revés legislativo se haya producido justo el mismo día que se había alcanzado la meta de reunir un millón de firmas, labor que llevó más de un mes.
“Yo también crucé como indocumentado en 1986. Pasé por el cerro y sé de la necesidad de personas que salen de su casa o trabajo con el temor de ser deportados cuando lo único que hacen es buscar el pan para sus hijos”, recordó el locutor.
