El Siglo de Torreón
Cd. Lerdo, Dgo.- Funcionarios de la Subprocuraduría de Justicia del Estado cayeron en contradicciones sobre las pruebas que sustentaron la consignación de Saúl Canales Maldonado por su presunta participación en el atentado con granadas contra la Subprocuraduría de La Laguna de Durango el pasado jueves.
Aunado a las contradicciones, ayer Roberto Mesta Martínez, el otro sospechoso consignado, dijo que es falsa su supuesta confesión, que el Ministerio Público había señalado como avance del caso.
El domingo, Gerardo Ramos Rodríguez, agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, declaró que a Canales se le había extraído del talón derecho una esquirla de granada con lo que se demostraba su participación en los atentados contra oficinas de la Subprocuraduría.
Sin embargo, Ernesto Fernández Pérez, subdirector de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Durango, reconoció que no se realizó ninguna prueba para sustentar que la esquirla es de una granada y aceptó que esta prueba no fue consignada al Juzgado Segundo Penal.
Por el contrario, explicó que consignaron a Canales porque los policías que lo detuvieron en la Cruz Roja, lo señalaron como la persona que viajaba con Roberto Mesta Martínez en la motocicleta desde donde presuntamente arrojaron las granadas.
El domingo, El Siglo de Torreón informó que habían sido consignados como presuntos responsables del ataque con granadas a la Subprocuraduría de Justicia para La Laguna de Durango: Saúl Canales Maldonado y Roberto Mesta Martínez, en tanto que Érick Velásquez Espino, que llevó a Canales a la Cruz Roja, fue puesto en libertad.
Otro elemento que las autoridades tomaron como prueba en contra de Canales, también se debilitó ayer.
Este elemento es la supuesta confesión que hizo Mesta Martínez, ante el Ministerio Público, en la que dijo que le pagaron diez mil pesos para arrojar las granadas en la Subprocuraduría, ubicada en Lerdo, y además involucró a Canales.
Pero ayer en su declaración ante el Juzgado Penal, Mesta desconoció la confesión que consignó el MP y se reservó el derecho de declarar ante el juez.
Cuestionado sobre el asunto de la esquirla de granada en el talón de Canales, el agente del Ministerio Público, Ramos Rodríguez, reconoció que no hay un dictamen pericial para sustentar que la esquirla es de una granada, aunque esperan un estudio.
En otra contradiccón, Ramos Rodríguez dijo que la esquirla que le extrajeron a Canales será comparada con las que se recogieron tras el otro atentando con granada, el mismo jueves, en la Secretaría de Protección y Vialidad de Gómez Palacio.
Sin embargo, esa esquirla sostenía la sospecha de que Canales estuvo en la Subprocuraduría, en Lerdo, y no en el ataque en Gómez Palacio, aunque las autoridades aseguraron que los dos atentados se registraron de forma simultánea.
REFUERZAN VIGILANCIA
Por otra parte, la vigilancia al interior del edificio de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón (DSPM) fue reforzada ayer. Ahora agentes vestidos de civil portan armas de grueso calibre y custodian las puertas interiores del inmueble.
En aumento en las medidas de seguridad fue consecuencia del doble atentado con granadas en Gómez Palacio y Lerdo.
“Estamos en alerta roja”, dijo Alfredo Castellanos, director de Seguridad Pública, quien desde el viernes instaló patrulleros armados en los estacionamientos del edificio.