En todos los medios de comunicación se informó del fallecimiento de Adelfa Volpos de Waveqche en Argentina. Su muerte no tendría mayor trascendencia, sino por el hecho de que esta persona de 82 años, tenía 24 días de haber contraído nupcias con Reinaldo, un joven de 24, noticia que en su oportunidad dio la vuelta al mundo resaltando la gran diferencia de edades, como si tal cosa fuera un fenómeno –lo que no hubiera causado mayor sorpresa de haber sido al revés, él de 82 y ella de 24-.
Se habló mucho de interés por parte de él y senilidad por parte de ella, pero las cosas no son tan viscerales y alocadas como las quisieron señalar. Atrás de la situación había una historia, no de amor romántico como el de Romeo y Julieta, pero sí de vida y supervivencia afectiva. Resulta que Adelfa era amiga de la mamá de Reinaldo y lo conoció desde que nació. Cuando su amiga murió, ella lo recogió, teniendo 15 años, porque sus dos hermanos mayores no se hicieron cargo; lo cuidó y protegió, y él le ayudaba en el mantenimiento y las labores de la casa; cuando cumplió 18 años iniciaron una relación más íntima y finalmente Adelfa decidió que era conveniente que se casaran civilmente para que “fuera un resguardo económico para Reinaldo y pueda quedarse con mis bienes”, aunque ya le había dejado todo a través de una donación.
Adelfa siempre fue una mujer mayor pero moderna, de cabello teñido, cara perfectamente maquillada y arreglada –la iban a entrevistar en un programa de televisión y se llevó a su peinador para que la revisara al momento de salir al aire-. Reinaldo no la veía como una anciana porque era alegre y jovial. Él se refirió a ella como “lo único que tengo en mi vida y mi mundo... la veo como una chica espléndida y llena de energía... quiero que todos sepan que la amo”... Pero lo importante de todo esto es que Reinaldo siempre fue una persona solitaria, sin amigos, que comentó: “ella ha sido mi abuela, mi madre, mi amiga y ahora mi esposa”... Se fueron de luna de miel a Río de Janeiro.
Adelfa tenía padecimientos cardíacos, con visitas periódicas al médico, y tuvieron que suspender su luna de miel porque presentó arritmia y dolores de pecho que se complicaron con problemas respiratorios, lo que se agravó cuando sufrió un accidente cardiovascular que la llevó finalmente a la muerte.
Cada cabeza es un mundo, dice la gente, y aquí se aplica a la perfección; por eso se deben respetar las decisiones de los demás sin cuestionamientos ni murmuraciones; cada quien sabe su cuento. Descanse en paz Adelfa, quien comentó a una amiga que los días pasados desde su matrimonio “habían sido maravillosos y llenos de sorpresas”.
