En los Archivos de Medicina Infantil y Adolescente salió un artículo impactante por su temática: la decisión de unos padres de mantener a su hija biológicamente infantil y pequeña de estatura, con la anuencia de los médicos. Esto sucedió en los Estados Unidos y la historia es la siguiente:
Ashley, a quien llaman ?almohada angelical?, ahora de nueve años, tiene un daño cerebral severo que la mantiene casi en estado vegetativo, y sus padres decidieron esterilizarla y tratar de que no creciera en estatura y cuerpo para facilitarle su dura existencia y para que la familia pudiera atenderla mejor. Tuvieron muchas críticas, tanto de la comunidad médica como del ciudadano común, pero los progenitores alegan que las personas que no tienen hijos con una problemática así no entienden la importancia de lo que hicieron.
Los padres se dieron cuenta que al hacerse más grande de edad iba a ser mucho más difícil manejarla como ellos quisieran, entonces decidieron mantenerla pequeña. Con el uso de altas dosis de estrógenos en los dos últimos años sus placas de crecimiento se cerraron y su talla se quedó en 1.35 m, haciéndola más ligera, lo que estimaron muy conveniente tanto para que pudiera estar incluida en todas las actividades familiares como para que se le pudieran ofrecer las necesidades de confort, cercanía, seguridad y amor, horarios de comida, viajes y acarreo, como se hace con una niña relativamente pequeña dentro de cualquier familia. Ellos aseguran que su meta siempre ha sido buscar la calidad de vida de su hija y no la conveniencia para los adultos que la cuidan.
Para ello, además del tratamiento del crecimiento, le extirparon el útero para que no tuviera el inconveniente de la menstruación o el embarazo en caso de una eventual violación, y le operaron los pechos porque la familia trae consigo una historia genética de padecer cáncer de mama, aduciendo que por otro lado Ashley no tiene necesidad de desarrollar el busto porque no va a amamantar a nadie, y el tenerlo sólo le ocasionaría incomodidad por el consecuente uso del brassier.
Los médicos tratantes, por su parte, están de acuerdo en que esa decisión conlleva beneficios tanto médicos como emocionales ya que: el ser más fácil moverle le trae como consecuencia mejor circulación, mejor digestión, mejor tono muscular y menos posibilidades de infecciones, además de que su manejo para bañarla y levantarla será más conveniente para todos, inclusive para ella, dándole una mejor calidad de vida.
Las organizaciones de derechos humanos dicen que se afectó su derecho a ?crecer?, pero los médicos aducen que ella ?iba solamente a crecer en tamaño, pero no en edad como el resto de las personas?. En virtud de la polémica que se ha suscitado, los médicos que la atienden comprenden los intensos sentimientos que el caso ha traído consigo, pero alegan que la reacción visceral no es un argumento a favor o en contra de lo que hicieron, que es necesario entender la problemática.
En lo particular pienso que es un caso intensamente emotivo por los argumentos que orillaron a los padres a esta decisión. Sin embargo, es un precedente asombroso en los anales de la medicina contemporánea de muy difícil análisis ?en frío?; es necesario estar en ?los zapatos? de los involucrados para tener la capacidad de opinar adecuadamente.