La maternidad en el mundo ha sido sinónimo de ?milagro maravilloso?, valga la redundancia, porque milagro en sí implica una maravilla. Gracias a esa gran obra de la naturaleza la raza humana ha logrado sobrevivir. De tan cotidiana, la maternidad se ha convertido en una normalidad, pero es un hecho sorprendente, porque el aportar al mundo un ser vivo, que se forma a partir de un par de células, solamente Dios lo puede lograr.
Bueno, me equivoqué, la maternidad ya no tiene la misma consideración. Las personas estamos tan inmersas en la modernidad, el avance de la ciencia, la clonación, los logros espaciales, etc., que hemos dejado de sorprendernos por los hechos increíbles que nos rodean, como lo es la procreación. Sobre todo ahora que la sexualidad ha tomado un derrotero casi exclusivo de proporcionar placer y no vida.
Por eso no debiera extrañarnos que una mujer embarazada, a cambio de dos boletos de entrada para ver un juego de fútbol, promocione su vientre para que sea utilizado como cartel publicitario por cualquier producto, persona o situación; pero es lamentable que estas cosas sucedan. Pero, lo más sorprendente es que sí consiguió los boletos...