Continuación...
Y ya entrando en aspectos éticos… aquí no hay vuelta de hoja… la vida es el más alto en la escala de valores, y eso no se puede rebatir en ningún ámbito. Claro que están las vidas de las mujeres, pero ellas ya vivieron su oportunidad y se equivocaron, en cambio los no nacidos… ¿qué culpas tienen qué pagar?... Por otro lado, a los que tienen muy bien puesta la camiseta de médicos se les ha enseñado en las aulas universitarias que ellos deben salvaguardar vidas, no destruirlas, por lo que se deberá hacer un replanteamiento en los planes de estudio, además de una nueva reestructuración mental y emocional, para que coexistan en su formación estos dos aspectos: dar vida y dar muerte.
Además, antes de aprobar una ley así, los mexicanos(as) deberán tener una educación sexual adecuada, como en otros países, para que no se tenga la idea de que como hay facilidades para abortar, hay permiso indiscriminado para tener sexo irresponsable. La realidad es que la despenalización del aborto debe ser profundamente analizada a fondo, muy concienzudamente, para que sea válida en casos muy específicos y de ninguna manera “cuando la mujer considere que afecta su proyecto de vida”…, o “si obedece a causas económicas justificadas”… como lo planteó la diputada Contreras, porque todos los embarazos no planeados afectan algún proyecto de vida y siempre habrá el pretexto económico puesto que el padre biológico no quiere responsabilizarse del producto engendrado.