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COTY GUERRA

MADELEINE

En el mes de mayo, tres días antes de cumplir cuatro años, la niña Madeleine McCann desapareció. Es una niña residente en Inglaterra que fue a vacacionar a Portugal con sus padres y sus hermanitos gemelos de dos años, Sean y Amelia, y fue ahí donde se volvió “ojo de hormiga ”. A la fecha no la han encontrado.

La familia estaba hospedada en Praia da Luz (playa de la luz), Portugal, y esa noche se fueron a cenar al bar del hotel con otras parejas y dejaron a los niños solos en la habitación, con la idea de estarles “dando vueltas” cada 20 minutos para comprobar que estaban bien, inclusive dejaron la puerta sin llave para no “tenerlos encerrados” . Cerca de las 10 p.m. la madre, Kate McCann fue a checarlos y se encontró con la sorpresa de que Madeleine no estaba por ningún lado. La policía pensó que la niña se había salido y que andaría vagando por ahí, por lo que no se dieron instrucciones de cerrar las fronteras o una búsqueda más a fondo, por lo que se perdió tiempo importante para su localización.

Los padres empezaron a boletinar la pérdida y a pedir ayuda a todo mundo, inclusive fueron a ver al Papa Benedicto XVI para que les diera su bendición; hicieron comités en varios países y recabaron dos millones de dólares para un fondo que se encargará de investigar la desaparición y se quedaron en Portugal a vivir para seguir buscando, sin éxito a la fecha. En el mes de septiembre la policía de ese país concluyó que los padres eran los primeros sospechosos.

La policía piensa que los McCann les dieron somníferos a los niños para que no los molestaran y ellos se pudieran divertir en el bar y que se les pasó la dosis con la niña mayor. Al ver que estaba muerta, según las autoridades, la desaparecieron y la dieron por secuestrada. Los padres negaron ser responsables y a los dos días de ser señalados como sospechosos se regresaron a Inglaterra.

No sabemos si la van a encontrar, viva o muerta, pero lo que sí está muy claro es el hecho de que los padres por divertirse dejaron a tres niños de dos y cuatro años de edad completamente solos en un hotel de un país que visitaban. Mayor irresponsabilidad no se puede pedir.

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