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PSIQUIATRÍA / CAMELOT

Dr. Fernando Villa Hernández (Psiquiatra)

Dentro de la naturaleza los humanos somos el fenómeno más trascendental de la realidad conocida, nuestros antecesores desde la musaraña lejana y los homínidos inmediatos fueron perfeccionando el sistema nervioso central (cerebro) hasta llegar al órgano más fino, complicado e importante que hallamos conocido, el cerebro del recién nacido tiene cien mil millones de neuronas, cada neurona llega a tener hasta cincuenta mil conexiones con otra neuronas, está formado por estructuras primitivas y las recientes que en conjunto nos permiten aumentar las posibilidades de existir como individuo y como especie logrando alcances materiales, de organización y pensamiento excepcionales.

Dentro de las funciones primitivas existen el miedo, tristeza, deseo sexual, amor, ira, deseo territorial y de dominio que han sido la base de nuestra sobrevivencia, estos impulsos y emociones se forman preferentemente en estructuras cerebrales antiguas como el “sistema límbico”, las nuevas áreas cerebrales forman la corteza que como un “casco” plegado constituye la estructura donde se forman pensamientos analíticos, sintéticos y abstractos influyendo en las áreas más primitivas, las emociones pueden entonces ser producto de un tonto o inteligente pensamiento, la afectividad también puede distorsionar el pensamiento, emociones como el sentimiento de inferioridad, superioridad, tristeza, miedo, ira o alegría pueden influir sobre la inteligencia de tal forma que llega a perder su esencia.

De acuerdo con el funcionamiento del cerebro se llega a tener una existencia preferentemente instintiva o primitiva o bien hacer que prevalezca el pensamiento inteligente logrando de esta forma acercarse uno de los ideales más preciados de la especie que es lograr vivir en un nivel superior desplegando la creatividad y felicidad de la que somos capaces, no significa intentar lo imposible que es anular nuestros instintos se trata de que se humanicen con la inteligencia.

Uno de los sueños de humanistas y filósofos ha sido la creación de un mundo donde los instintos de la musaraña no tomen el mando de la corteza, disminuyendo con esto el peligro de que la inteligencia se vuelva contra nosotros dañándonos e incluso destruyéndonos, este sueño se encuentra hermosamente plasmado en la leyenda de la Cd. de “Camelot”, el rey Arturo de Inglaterra y la mesa redonda.

La fantasía de que un joven milagrosamente puede sacar la espada de una roca y que como designio divino es coronado rey de Inglaterra, es instruido por el sabio Merlín que le enseña a usar bien la inteligencia e intentar “civilizar” a su reino que vivía con los instintos y pensamientos del medioevo, en permanente guerra territorial, con el dominio del feudal sobre el plebeyo, la frecuente agresividad destructiva, sin más ley que la del más fuerte, Arturo busca la exaltación del amor entendido como el impulso de proteger a los demás, pretende la implantación de leyes para disminuir la desventaja del más débil, lograr que expresiones como “el poder para hacer el bien “sea aceptado por los nobles caballeros, tener una mesa redonda (nadie en la cabecera) evitaría el autoritarismo y lograría diálogos inteligentes entre ellos, sin embargo el idealismo despreciaba los instintos y la realidad, los caballeros se incomodaron al perder privilegios, su esposa Ginebra le es infiel con el mejor de sus caballeros el Francés Lancelot, el hijo bastado de Arturo llamado Mordet carecía del sentimiento de dignidad y orgullo (nobleza) para intentar proezas físicas, intelectuales o civilizadoras, buscaba sólo placer y el poder, se convirtió en el enemigo de su padre y promotor de la caída del rey de su idealismo.

Arturo frustrado y deprimido ve cómo su sueño civilizador se esfuma, debe guerrear contra Francia y Lancelot, los nobles sentimientos de los caballeros de la mesa redonda se trasforman en deseo de venganza y las leyes que el mismo Arturo había creado se usan como instrumento destructivo contra Ginebra y su amigo Lancelot, sin embargo un niño de apenas 12 años que intentaba luchar contra los franceses es descubierto por Arturo, está impregnado del idealismo que nació en Camelot, con los preceptos de los caballeros de la mesa redonda, Arturo llora de emoción reconociendo que aunque somos una gota en una gran cascada sin poder controlar la fuerza de la naturaleza dentro de la gran masa de agua algunas gotas brillan con luz propia manteniendo viva la fuerza de la ideología nacida en Camelot.

Camelot tiene parecido a la isla de Utopía de Tomás Moro y forma parte de la filosofía inglesa que dio lugar al pensamiento del “socialismo utópico”, cristalizado en la estructura económica social ideada por Carlos Marx e instalados por Lenin en Rusia y Mao en China, al igual que en Camelot los sistemas socialistas totalitarios no han tomado suficientemente en cuenta la naturaleza instintiva humana, lo que los empuja al riesgo permanente de fracaso, sin embargo no significa del todo que dichos ideales sean imposibles dada la estructura del cerebro y su corteza, ayudaría que las áreas más primitivas dejaran de estar sobre estimuladas como actualmente lo están por el sistema económico y social que se basa en el deseo insaciable y en la lucha competitiva exagerada, también al respetarse el pensamiento racional, la individualidad y la libertad.

El libro enseña que las ideologías para que puedan ser de utilidad necesitan de un conocimiento cercano de la realidad sin quitar o agregar lo que también idealmente se consideran defectos o virtudes humanas, cualquier conclusión prejuiciosa puede ser destructiva o degenerativa de un ideal por muy moral o filantrópico que parezca, también enseña que es más favorable para la formación de ideas valiosas y creativas la capacidad intelectual elevada, buena orientación educativa, la sensación de poder, fuerza y dignidad y que la debilidad, mala educación e indignidad son el antítesis del crecimiento y elevación humanas.

Camelot y Utopía son el resultado del funcionamiento cortical, pero al no tomar en cuenta la realidad biológica del sistema límbico y otras estructuras cerebrales antiguas quedarán como cuentos y fantasías de una impracticable moralidad o darán por resultado estructuras inhumanas que intentarán controlar el pensamiento y disminuir o anular la libertad.

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