TIMIDEZ
La naturaleza humana tiene aspectos nucleares semejantes y una gran variabilidad de rasgos que nos hacen en esencia parecida pero diferente en otros muchos.
Diagnosticar un trastorno de personalidad, una deficiencia o enfermedad es una labor médica que necesita de conocimiento, experiencia y libertad para no omitir cuando existe o imaginar un trastorno empujados por los conceptos tradicionales, sociales o por errores viejos de valoración psicológica.
Desde que nace el humano muestra elementos naturales de su personalidad, algunos son inquietos, otros tranquilos, están los pasivos y los agresivos, etc., con el desarrollo de las programaciones heredadas las diferencias y similitudes se hacen más complejas, las niñas tienden a ser más parecidas entre ellas cuando se les compara con los niños, los movimientos finos están presentes con más calidad y rapidez en ellas que en ellos, con la pubertad las diferencias de género se hacen más evidentes, la agresividad masculina contrarresta con el miedo que ellas llegan a tener frente a la agresividad viril, personas de igual género también tiene diferencias evidentes desde la infancia, algunas son extrovertidas y gustan de llamar la atención, otros tienen miedo a ser observados por lo que tienden a ser callados y huidizos lo que es sano y normal.
El ser humano tímido es más sensible que el promedio por lo que puede ser lastimado o dañado aunque no sea intencionalmente, el conocimiento, inteligencia y buenas intenciones de los que los rodean favorecen las grandes potencialidades que tienen evitando la parálisis y el daño que puede suceder en caso contrario
Cuando los rasgos exhibicionistas son exagerados o el miedo a las críticas son elevados entonces estamos frente a trastornos de personalidad que puede ser trastorno histriónico o depresivo de personalidad, existir paranoia o ser esquizoide, sufrir de fobias sociales u otros padecimientos más graves.
Conocer la personalidad natural del niño, respetarlo sin intentar imprudentemente cambiarlo lo protege de afectaciones psicológicas, los trastornos y enfermedades mentales han de diagnosticarse a tiempo para que tengan tratamiento específico, hacer la diferencia entre rasgos normales y trastornos es fundamental para proteger y ayudar a los niños, así como disminuir los problemas en los adultos.
La depresión como trastorno provoca timidez que obliga al aislamiento limitando importantemente el despliegue de las capacidades creativas, puede observarse desde la infancia situación que generalmente no es tomada en cuenta por padres y maestros, no se les da tratamiento aumentando con el tiempo el problema y sus múltiples consecuencias, la población en general y algunos médicos aún tienen un irracional miedo a los antidepresivos que podrían controlar la depresión previniendo las secuelas psicológicas que luego son difíciles de remover, es importante recordar que la depresión endógena se produce por disminución en la actividad de uno o varios neurotransmisores en las sinapsis neuronales en algunas áreas cerebrales, en especial en el llamado “sistema límbico” y es frecuente que la enfermedad se haga presente desde la infancia.
El rasgo paranoide convertido en trastorno es otra de las causas de la timidez exagerada, la distorsionada fantasía respecto a que los demás le envidian, quieren hacerle daño, se burlan o confabulan en su contra lo obligan al aislarse, a no conversar o relacionarse con los demás y a mantener una actitud defensiva u ofensiva, este trastorno no se diagnostica como debiera llegando a ser un grave riesgo de agresividad dirigida contra el mismo o contra los demás, el conocimiento de la neurofisiología de las emociones de nuevo son la base para entender el origen del trastorno así como la forma de actuar del tratamiento.
La ciencia permite al hombre conocer la naturaleza de la materia y la energía, del espacio y el tiempo, sin embargo siempre serán conocimientos incompletos, la vida y dentro de ella la humana se conoce en forma más profunda y extensa, desde el genoma hasta el funcionamiento íntimo de las neuronas, continuará siendo un conocimiento relativo pero ahora se puede orientar la psicoterapia en base al conocimiento biológico atrás de las personalidades, podemos dar medicamentos que ayudan a controlar depresiones, ansiedades y trastornos mentales más profundos con razonables buenos resultados.
Conocernos con realidad y no con fantasía en lugar de disminuir nuestra dignidad y orgullo las aumentan, el respeto a las individualidades y personalidades nos hace más solidarios evitando calificativos y concepciones de inferioridad y superioridad que aún se hacen con facilidad y superficialidad.
Las personas tímidas cuando no son afectadas por el entorno y no sufren trastornos o enfermedades tienen una vida íntima intensa, agradable y creativa, nos urge que tengamos respeto por los demás y seamos respetados, la ignorancia, prejuicios y deseos destructivos nos dañan y limitan nuestro desarrollo humano que pudiera llegar a tener alturas por arriba de lo que imaginamos, la convivencia humana no puede ignorar la gran variabilidad que existe en nuestra especie.