El de Culiacancito fue el hombre más solicitado por los aficionados cementeros a su llegada a la Comarca Lagunera. (Fotografía de Jesús Galindo López)
Jared acepta que en el juego de hoy, su corazón estará dividido.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- El rival de los Guerreros esta tarde, la Máquina del Cruz Azul, llegó ayer a la Comarca Lagunera en vuelo charter, para inmediatamente después trasladarse a su hotel de concentración en el poniente de esta ciudad y no frente al Parque España, como originalmente lo hacían en temporadas anteriores.
Una patrulla del Departamento de Vialidad de Torreón, que iba adelante, así como una de la Policía Federal Preventiva (PFP) atrás, custodiaron el camión que transportó al equipo cementero hasta el edificio donde pernoctaron, frente a las instalaciones del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento.
La seguridad privada contratada por la escuadra cementera, privó a los medios de comunicación de la región y foráneos de realizar su trabajo, ya que con alevosía no distinguían entre aficionados y reporteros o camarógrafos, impidiendo acercarse a los jugadores, como si se tratara del primer mandatario del país.
Quien pudo darse cuenta de la situación y se acercó lo más posible a la valla humana, de estos singulares personajes, fue el delantero de Culiacancito, Sinaloa, e ídolo de los albiverdes en los años 90’s y el primer lustro de esta década, Jared Borgetti.
El “Flaco”, que apenas pudo “safarse” de los autógrafos, aceptó que en estos momentos tiene el corazón dividido entre el equipo de sus amores y su actual escuadra con la que juega y al mismo tiempo agregó: “en el partido de mañana (hoy) se está jugando muchísimo y por eso es especial, es una situación difícil que uno como jugador tiene que afrontarla y hacer lo que corresponde en cada encuentro”.
Comentó que ante todo es un profesional en toda la extensión de la palabra y como lo ha dicho a lo largo de la semana, en este momento defiende a muerte la playera del Cruz Azul, como en su momento lo hizo con la de Santos.
“Espero un buen recibimiento de la afición en el estadio, no tiene por qué ser mala, ya dije que no es cuestión de este partido si el Santos llega a descender, sino de los malos torneos que ha hecho, desafortunadamente nos tocó enfrentarnos en el último juego, y eso lo hace un poco más interesante, pero esperemos que todo salga bien y que Querétaro pierda”.
Entre los más solicitados por los aficionados a la Máquina que se dieron cita en el hotel, fueron el zaguero Joel Huiqui y el delantero uruguayo Richard Núñez, los cuales de buena gana se retrataron con sus seguidores, antes de ingresar a sus respectivas habitaciones.