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ATENAS, GRECIA, (AP).- Después de controlar todos los principales incendios que devastaron parte del sur de Grecia, los bomberos volcaron ayer su atención a combatir focos aislados.
Una semana después que cientos de incendios mataron a 64 personas y costaron al país por lo menos el equivalente a mil 600 millones de dólares, el departamento de bomberos dijo que el último incendio importante cerca del pueblo de Kato Kotyli, en el sur del Peloponeso, “ya no presenta un foco activo y está retrocediendo”.
Los primeros cálculos del Gobierno señalan que por lo menos mil 500 viviendas resultaron destruidas en el sur del Peloponeso y en la isla de Evia, al norte de Atenas. Pero existe la impresión de que esa cifra podría duplicarse. Al menos cuatro mil personas quedaron sin vivienda.