Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

QUEHACER EMPRESARIAL | De Michelle Bachelet...tenemos tanto que aprender!

Rodolfo Luna Walss.

La reciente visita de la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet; para mi gusto no recibió la atención debida de los medios de comunicación. Más ocupados estaban los principales noticieros en las reformas a la Ley de ISSSTE o en los ecos de la visita del presidente de los Estados Unidos. Y la atención que reclamaría para la cobertura de la visita de Bachelet a México no es en relación a que hizo en nuestro país, sino más bien en quién es, que ha sido y cómo está su nación ahora.

Para comentar sobre quién es Michelle Bachelet y cómo esta Chile; encontré algunos comentarios del Secretario de Asuntos Legislativos y Jurídicos de la Presidencia de la República de El Salvador: Luis Mario Rodríguez mismos que intercalo en el texto de éste artículo.

El mandato de Michelle Bachelet en Chile significa muchas cosas para las democracias en Latinoamérica: la capacidad de las mujeres para involucrarse en la administración pública; la lealtad de los electores que siempre reconocen cuándo un buen Gobierno debe continuar como retribución a las promesas cumplidas (caso del ex Presidente chileno Ricardo Lagos con un setenta y cinco por ciento de aprobación al final de su gestión); Y no como nosotros en México que entre los constantes derrapes de Fox, lo corrupto de Madrazo, lo gris de Calderón y lo populista de López Obrador, no teníamos ni a cuál irle.

En Chile el ex presidente Lagos y ahora Michelle Bachelet han dado la muestra que sí es posible gobernar desde la izquierda o la derecha, sin cambiar el rumbo del país y el sistema económico impulsado, y, finalmente, que sin lugar a dudas, las fracturas sociales que marcan a una sociedad siguen siendo determinantes a la hora de elegir a los gobernantes. Sino pregúntenle a Fox con el escándalo de los Bribiesca o con sus promesas incumplidas de crecimiento económico anual del 7% o lo dudoso del proceso electoral.

Michelle Bachelet es la primera mujer Presidenta en América del Sur, por lo menos en las últimas décadas donde sólo Evita Perón había logrado la primera magistratura y por poco tiempo, dado el golpe de Estado que terminó con su mandato. Los antecedentes de la Presidenta Bachelet como Ministra de Salud y Ministra de Defensa, durante la administración Lagos, fueron excelentes cartas de presentación para una mujer, que si bien utilizó como trampolín la división entre los adeptos y los adversarios de Pinochet, posee méritos propios que le permitieron demostrar a los chilenos sus virtudes como buena gestora de los recursos en las áreas en las que se le asignaron delicadas funciones de Estado. No así sucedió con Felipe Calderón desde el ministerio de Energía de México o la gubernatura del D.F. con Andrés López Obrador.

Asimismo nos encontramos con que Bachelet llegó al poder con un triunfo resultado en gran medida de la excelente gestión del ex Presidente Ricardo Lagos. Estadista y hombre democrático de pies a cabeza, Lagos demostró que es posible gobernar desde la diversidad y con la diversidad. Diversidad de género, de aceptación y del rechazo de la dictadura del general, de la libertad económica y del apoyo estatal. Situación que nos falta mucho por avanzar en cultura de género y aceptación y respeto a todo tipo de ideas y tendencias políticas.

Ricardo Lagos, logró para Chile, un crecimiento económico de más del seis por ciento, la economía más libre de América Latina, las exportaciones en franco crecimiento, y con una reducción en la tasa de desempleo, fue el gobernante de todos los chilenos: de los empresarios, de los trabajadores, de los jóvenes, de mujeres y hombres que depositaron su confianza en un socialdemócrata que logró mayoría en el Congreso y que la supo administrar en beneficio de los chilenos.

Y qué decir del sentimiento que produjo la entonces candidata Bachelet, ahora Presidenta de Chile, con un pasado donde se mezclaron las torturas y muerte de su padre con las golpizas que ella misma y su madre recibieron, lo que las obligó ir al exilio en la década de los setenta. Por supuesto que semejante valor, junto al sacrificio de su padre, le valieron el apoyo incondicional de aquellos que reprochan y con razón, las locuras de la dictadura y del autoritarismo ejercido por el gobierno militar. La mandataria chilena, si bien no centró su campaña en el pasado, sí supo, oportunamente, hacer llegar el mensaje de lo que podría representar para los chilenos su llegada a la Casa de La Moneda (el equivalente de Los Pinos en México): la reconciliación con todos aquellos que fueron víctimas de la represión pinochetista. Reconciliación que ni Vicente Fox ni Felipe Calderón han podido lograr con los agraviados de la dictadura príista de más de setenta años que sufrimos los mexicanos.

Por supuesto que el distanciamiento de Bachelet de la “otra izquierda”, la populista, la de Chávez, le valió el respeto de los ciudadanos y el compromiso firme de sus adversarios de no cuestionar el resultado de los comicios electorales. Michelle Bachelet y su gobierno conviven con la globalización, con la apertura comercial --ya ha anunciado su apoyo al ALCA-- y privilegian su relación con los Estados Unidos, país con el que hace poco más de tres años suscribieron un Tratado de Libre Comercio, el cual fue considerado como una victoria por el entonces Presidente Lagos. No hemos escuchado ni anuncios de nacionalización de empresas ni guerra contra los americanos ni mucho menos conflicto con sus vecinos Bolivia y Argentina, con quienes por cierto, su país mantiene diferencias limítrofes aún pendientes de resolver.

Seguimos acudiendo a fenómenos políticos que aún se encuentran lejos de nuestra realidad. Bachelet entró a La Moneda gracias a un pacto de la Concertación integrada por el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Socialista, el Partido por la Democracia y el Partido Radical Social Demócrata. Todas fuerzas de izquierda que durante la presidencia de Lagos encontraron acuerdos y consensos para llevar a este país de América del Sur hacia mejores estadios de desarrollo económico y social.

Bachelet no es la nueva abanderada de los que creen en el intervencionismo ni de aquellos que consideran que deben cerrase las fronteras al comercio y a la globalización. No es una nueva enemiga de los Estados Unidos ni un nuevo eslabón de la tríada Chávez-Castro-Evo o un nuevo guerrero en contra de los Tratados de Libre Comercio. Bachelet es el símbolo de la esperanza, de la cordura política, del consenso y de la responsabilidad de todo aquel que obtiene el favor de los electores. Bien por Chile y bien por la democracia.

e-mail: rodolfo.luna@lag.uia.mx

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 267270

elsiglo.mx