El fin de año que pasó fue tiempo de recuentos y balances sobre lo que se hizo y se dejó de hacer. Y aunque siempre ver hacia el futuro tomando en cuenta el presente es la actitud que debemos de tener; nunca hay que olvidar que somos lo que es nuestra historia y el presente que vivimos y el futuro que viviremos es una consecuencia ?y por mucho- de lo que hicimos en el pasado; es por esto que el pasado enriquece y fortalece el quehacer cotidiano (presente) y el que hacer mañana (futuro).
Como parte de estos recuentos; en mi colaboración de hace casi exactamente un año (28 de diciembre de 2006); me atreví a pronosticar el comportamiento que las principales variables macroeconómicas del país tendrían al terminar 2006. Además de vaticinar los valores que esperaba alcanzarían a fines de 2006 el tipo de cambio, la inflación, los CETES y el IPyC de la Bolsa Mexicana de Valores, también prometí que los revisaría en la primera columna del año.
Así pues, en el pasado mes de enero de 2006 dije que ?para diciembre de ese año- los CETES estarían en niveles del 9.4 por ciento anual, afortunadamente me equivoqué y los CETES terminaron en 7.05 por ciento; la inflación cerraría el año en niveles del 3.9 por ciento anual y exactamente ese fue el nivel con el que cierra el año y el tipo de cambio estaría en niveles de 11.20 pesos por dólar, también ?afortunadamente- me fui grande y el tipo de cambio cerró en niveles de 10.93 pesos. El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores lo estimé para fines de 2006 en 20 mil 475 puntos (un 17 por ciento de crecimiento en el año) y cerró 2006 en 26 mil 448 (46 por ciento de crecimiento).
Hay muchos analistas que le dirán a usted con lujo de detalles lo que aconteció en el año y las causales de esos sucesos, sin embargo ?a toro pasado, cualquiera es torero? lo importante es analizar que pasó, qué pasa y qué podrá pasar; en este sentido diré que en todos los casos me equivoqué ?a favor?, es decir mis predicciones fueron ligeramente más altas a la realidad.
Y digo ?a favor? porqué tener un dólar barato ?como ahora- es causal directo de la baja inflación y de la menor necesidad de financiamiento corriente del gobierno (dado que se mantiene un elevado nivel de reservas) y por ende una tasa de interés baja que favorece la inversión productiva incentivando el crédito al tener un costo del dinero bajo. Y por otro lado de que la Bolsa haya crecido más de lo esperado, refleja confianza en las empresas del país y mayor inversión en las mismas.
Que bueno que mis pronósticos se quedaron arriba de lo real; quiere decir que el desempeño macroeconómico de la economía mexicana fue mejor a lo esperado.
Bueno, pero como ya dije, ya lo que pasó, pasó y ahora...¿qué nos espera para 2007?.....La estimación para diciembre 2007 es la siguiente: CETES, 6.9 por ciento anual; tipo de cambio: 11.30 pesos por dólar, inflación anual: 3.5 por ciento, Índice (IPyC) de la Bolsa Mexicana de Valores: 30 mil 400 puntos (aprox. un 15 por ciento arriba del nivel actual).
Después de un año políticamente tan difícil como el año pasado; las perspectivas macroeconómicas son buenas ?a secas-: En 2007 todavía tendremos precios relativamente altos del petróleo, alto nivel de reservas internacionales, bajo nivel de endeudamiento del gobierno federal y sobre todo exigibilidad en el corto plazo de la deuda bajísima (menos del 4% del total) y perspectivas de inversión.
Con esto quiero decir, que por mucho; la suerte que tengamos el año que entra por mucho depende de nosotros mismos, de la creatividad en los negocios que tengamos, del trabajo tenaz y arduo, de que expresemos nuestra opinión y exijamos resultados a quienes nos gobiernan y que sepamos apreciar, valorar y conservar la libertad ideológica y democrática que hoy gozamos.
Feliz Año Nuevo 2007.
E-mail: rodolfo.luna@lag.uia.mx
