Otra de las propuestas del Ejecutivo para la reforma fiscal es gravar los depósitos bancarios de más de 20 mil pesos, cuando sean realizados en efectivo. (Archivo)
El nuevo gravamen, de 18 por ciento sobre las utilidades, tendría menos deducciones.
Los cuatro ejes de la reforma fiscal que está por presentar el Gobierno Federal comprenden: más potestades tributarias a los estados; ampliación de la base de contribuyentes; simplificación fiscal y combate a la evasión y a la economía informal, informó ayer a legisladores panistas el presidente Felipe Calderón.
Previamente, el secretario de Hacienda informó a legisladores de la Oposición que la propuesta de reforma fiscal que presentará el Ejecutivo ante el Congreso incluye un esquema para aumentar el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a través de un nuevo impuesto.
Pablo Trejo, diputado del PRD, reveló que se propondría un llamado “impuesto de control”, que cargaría una tasa de 18 por ciento sobre las utilidades.
Este gravamen sustituiría para algunos contribuyentes el pago de ISR, cuya tasa es de 28 por ciento.
Sin embargo, el nuevo impuesto daría una menor posibilidad de deducir gastos respecto a lo que ofrece el ISR, por lo que para algunos contribuyentes podría resultar más caro que su carga fiscal actual.
En entrevista, Trejo detalló que la propuesta plantea que el empresario tendría que pagar el monto más alto que resulte entre dos opciones: el ISR o el impuesto de control, según lo determine Hacienda.
El impuesto de control señala que el empresario sólo podrá deducir la compra de insumos e inversiones inmediatas, es decir, aquéllas destinadas a ampliar la planta productiva.
Con este esquema, la empresa ya no podrá deducir lo que paga por concepto de nómina, explicó Trejo.
Herbert Bettinger, socio director jurídico de Ernst & Young, calificó la propuesta como “tramposa”, ya que con ella el Ejecutivo pretende hacerse de una mayor recaudación, pero afectará la inversión y la oferta de empleos.
“La idea de esta propuesta es hacer pagar más impuestos".
“Además, la tasa del 28 por ciento de ISR ya es de por sí alta y la tasa del 17 o 18 por ciento suena baja, pero la base sobre la cual se aplica el porcentaje va a ser más alta”, dijo.
Agregó que empresas como las que administran recursos humanos, hoy pueden deducir por concepto de nómina hasta 90 por ciento de lo que pagan de ISR, posibilidad que quedaría mermada o eliminada con la nueva iniciativa.
Trejo destacó que otra de las propuestas del Ejecutivo para la reforma fiscal es gravar los depósitos bancarios de más de 20 mil pesos, cuando sean realizados en efectivo.
La medida, expuso, tiene “dedicatoria” a los informales que buscan no ser fiscalizados.