Rafael Nadal ganó ayer al suizo Roger Federer, en un partido denominado Batalla de las Superficies. (AP)
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PALMA DE MALLORCA, ESPAÑA.- Al final de cuentas, la superficie favorita de Roger Federer fue la que le falló.
Rafael Nadal ganó ayer la denominada Batalla de las Superficies al derrotar a Federer por 7-5, 4-6, 7-6 (10), cuando el suizo no pudo con una pelota que le hizo un bote extraño en el lado verde de la cancha.
Se trató de un partido de exhibición jugado en una inédita cancha con mitad de hierba y mitad de tierra batida en Palma de Mallorca, ciudad natal de Nadal.
El suizo Federer, cuatro veces campeón de Wimbledon se imponía 4-1 en el desempate del set decisivo, pero el español Nadal reaccionó a tiempo.
Tras una doble falta cuando ganaba 6-5, ambos jugadores dispusieron de bolas para match antes que Nadal metió tres golpes sin respuesta del lado de arcilla ante la presencia de 7.000 espectadores en la Palma Arena.
Nadal se presentó al partido con su récord de 72 victorias sucesivas en arcilla, mientras que Federer no había perdido en césped en cuatro años, enhebrando una racha de 48 triunfos.
La idea del enfrentamiento fue concebida por Pablo del Campo, un publicista argentino que es un rabioso aficionado del tenis.
Toda la expectiva giró en torno a ver la capacidad de ambos tenistas para adaptarse al cambio de superficie.
El lado de césped fue el que causó más problemas, sobre todo al desgaste con el paso de los minutos, pero tanto Nadal como Federer de a poco se fueron sintiendo cómodos. El constante cambio de zapatillas fue la gran variante.
Además de estar en casa, Nadal pudo haber tenido una pequeña ventaja por jugar en arcilla. Los organizadores recién pudieron instalar el césped en la mañana.
Otra diferencia que se hizo notoria fue que el jugador en césped quedaba en desventaja ante la rapidez de la bola sobre el que lo hacía en arcilla, el cual tenía más tiempo para preparar los golpes y defenderse desde el fondo.
Nadal ganó el primer set y Federer el segundo, permitiendo un tercer set que se disputó con la intensidad de un duelo oficial.
La victoria de Nadal ratificó su superioridad sobre Federer, que en el tour se plasma con una marca de 7-3 y de 4-0 en arcilla. Federer ganó el único enfrentamiento en césped, que fue en la final de Wimbledon el año pasado.