Los padres acusados de secuestrar a su hija para evitar que se casara llegaron a un acuerdo de culpabilidad. La madre de la novia dijo que lo hicieron porque estaban preocupados por el novio y por la edad de su hija.
Julia Redd, de 57 años, y su esposo Lemuel Redd, de 60, tenían programado comparecer ayer ante un tribunal para entregar una declaración ante el juez estatal James Taylor, según una minuta judicial.
Los Redd fueron acusados originalmente de secuestro agravado.
El abogado de los Redd, Rhome Zabriskie, confirmó que los padres de la novia acordaron declararse culpables de cargos reducidos. Zabriskie no reveló las condiciones del acuerdo y no fue posible entrar en contacto con la fiscalía en horario fuera de oficina.
Los padres, que viven en Monticello, en el sur de Utah, fueron acusados de secuestrar a su hija de 20 años Julianna Myers en la víspera de su boda.
Lo que inicialmente iba a ser una salida en automóvil para comprar los vestidos religiosos en agosto de 2006 para la ceremonia en un templo mormón se convirtió en un viaje largo hasta Grand Junction, Colorado, y una noche en un motel.
“Estamos apenados por toda la situación, que no entendemos”, declaró Julia Redd. “Estábamos preocupados (por el novio) y ella sólo tenía 20 años. No estamos en contra del matrimonio. Sólo creemos que las personas necesitan ser prudentes”, agregó.
El novio tiene también entre 20 y 25 años.
Al final, Julianna y Perry Myers se casaron el 8 de agosto de 2006, tres días después de lo planeado, en un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City. Los padres de ella, que son ganaderos y agricultores, no asistieron a la boda.
Los abogados de los padres sostuvieron en los documentos entregados a la Corte que Perry Myers convenció a su novia para que le dijera a la Policía que se trató de un secuestro, y que él incluso sugirió, al enterarse de su desaparición, que ella podría haber sido asesinada.