El Rastro Municipal de Matamoros no cuenta con agua potable de la red, desde hace más de 45 días.
Desde hace 45 días el Simapa de Matamoros manda pipas para realizar la matanza de animales
MATAMOROS, COAH.- El Rastro Municipal desde hace más de 45 días, no cuenta con agua potable por un problema en la red, por lo que a través de pipas que manda el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Simapa), a diario se lleva a cabo la actividad de la matanza. Situación que se aleja de las normas físico-sanitarias para su buen funcionamiento.
Además de estar a unos cuantos metros del lugar donde se encuentra el cárcamo donde se almacenan las aguas negras que provoca un olor nauseabundo, otra situación que El Siglo de Torreón detectó ayer en la visita que realizó al lugar, es que las instalaciones no son las adecuadas, pues no cuenta por ejemplo, con una laguna de oxidación donde se pudieran desechar los restos.
Es por eso que los desperdicios se desechan en el drenaje, pues las alcantarillas ayer estaban hasta el tope. Lo que originó que en ese momento, uno de los empleados del matadero, con sus manos retirara de los desagües que ayer estaban a cielo abierto, materia gelatinosa maloliente.
El médico veterinario del Rastro Municipal, Manuel Piedra Soto, en ausencia del administrador Antonio Pámanes, reconoció que desde hace 45 días no les llega el agua de la red, “la verdad no sé qué problema existe, al parecer es con la manguera que abastece a la toma de agua, pero nos están abasteciendo diariamente con pipas que llenan una cisterna de nueve mil 500 litros, además el agua pasa a un proceso de purificación”.
Comentó que como en estos momentos la actividad de la matanza es poca, pues el trabajo actual no es el mismo que en diciembre y enero, cuando se incrementa por las fiestas de la fecha, “estamos bien abastecidos, además, este problema ya está por resolverlo la Dirección de Servicios Públicos a quien pertenecemos”.
Dijo que en el lugar labora un grupo de matanceros formado por seis personas, otro grupo de carga también integrado por seis trabajadores, además de los tres empleados de intendencia, “y el veterinario y el administrador”.
Sobre el cárcamo instalado a unos cuantos metros, dijo que sólo las autoridades están facultadas para emitir algún juicio al respecto. Aunque reconoció que es profundo el mal olor en el ambiente.
Reconoció que en Matamoros hay rastros clandestinos y que era la ciudadanía la encargada de denunciarlos ante la dependencia competente, aunque invitó a la población a evitar la práctica de comprar carne en esos lugares.
“Yo respondo por la carne que sale de aquí, la que se transporta vía vehículo debidamente equipado, pero no por la de dudosa procedencia...”, subrayó.
