En la mujer se generan diversos cambios físicos durante la lactancia.
Alimentar a un bebé con leche materna es lo mejor, pero en ocasiones resulta un sacrificio para la madre.
Amamantar al recién nacido es una fórmula que nada tiene de mágica, pero lo parece, pues protege al hijo de múltiples amenazas para la salud, e incluso ayuda a una rápida recuperación de la madre.
Algunas mujeres no pueden cumplir con esta importante tarea, pues sus pezones son delicados y darle seno al niño resulta un verdadero tormento.
El médico Francisco Mejía Covarrubias explica que son incontables las madres que abandonan la práctica de la lactancia "debido a que sufren dolor fuerte por las grietas que se forman en el pezón". Estas lesiones, señala el especialista, se crean por "la absorción que produce el bebé al comer".
Una manera de equilibrar la misión materna y el cuidado de los pezones es echando mano de la ciencia. "Por ello se creó una crema que protege y nutre la zona del pezón, para prevenir la aparición de grietas", comenta el doctor.
Lo mejor de todo es que alivia el dolor de mamá y "no daña al bebé", indica.
El secreto está en su fórmula, preparada a base de manteca de karité, glicerina y sales marina, ingredientes que aportan a la piel mayor flexibilidad y resistencia.
La crema Mustela para el cuidado del pezón en la lactancia, de su línea Nueve Meses, contiene también extracto de clorofícea y bisabolol, elementos que calman y disminuyen la hipersensibilidad de la piel. En pocas palabras, brindan un rápido alivio en casos de irritación dolorosa.
Esta solución científica es de gran importancia, toda vez que la OMS considera que si las madres amamantaran a sus pequeños se salvaría a un millón de infantes, pues la lactancia materna durante el primer año de vida crea defensas ante enfermedades.
SALUD EFECTIVA
El doctor Mejía Covarrubias, jefe de consulta externa del Hospital General de México, sostiene que el alimento a seno materno favorece la inmunización del pequeño y permite que la mujer vuelva a la normalidad más rápido.
Los niños que son alimentados ciento por ciento con fórmula láctea presentan entre cinco y seis veces más enfermedades durante la infancia, dice el experto.
Los bebés alimentados por su madre tienen menos riesgos de padecer alergias, pues es de fácil digestión, un alimento higiénico y no se descompone, ayuda en su crecimiento tanto físico como mental y brinda más afecto al mantenerlo más cerca de su madre.
Los beneficios para las mamás son que disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama, se recupera más rápido el tamaño del útero, ayuda a recuperar su peso y hay una enorme satisfacción sicológica.
Al presentar la crema Mustela para el cuidado del pezón en la lactancia, la directora general de los laboratorios Expanscience-Mexico, Verónica Romero Luttmann, dijo que uno de los principales objetivos de este producto es fomentar la cultural de amamantar y aumentar el tiempo de lactancia sin dolor.
Este producto no contiene perfume, conservadores, ni alcohol, no mancha, no es pegajosa, no necesita enjuague, es hipoalergénica, de fácil aplicación y ha sido probada bajo control ginecológico y dermatológico. Actúa en 94% en la irritación y ayuda a reestructurar la piel dañada.